La calma llegó a El Nacional

En el  Atahualpa.   José Madrid, tercero desde la izquierda,  anotó  uno de los tres goles de El Nacional.

En el Atahualpa. José Madrid, tercero desde la izquierda, anotó uno de los tres goles de El Nacional.

Sixto Vizuete decidió que sus jugadores debían descansar hasta el próximo lunes. Lo hizo tras la victoria 3-1 ante el Macará, ayer en el estadio Olímpico Atahualpa.

Fue por eso que el juvenil Luis Batioja se cambió apresurado, dejó el camerino a paso veloz y abordó un bus en la parada de la Naciones Unidas de la Ecovía.

El deportista de 18 años se dirigió al centro de Quito para que le arreglaran un teléfono celular y así viajar hoy a su natal Borbón, en San Lorenzo, Esmeraldas.

El delantero actuó en el primer tiempo ante los ambateños y tras el partido reconoció que las últimas semanas han sido difíciles para el grupo, por lo que estaba contento por el triunfo. “Todavía no nos acoplamos, pero este equipo va a dar guerra en la segunda etapa”, dijo el futbolista, a un costado de la puerta de una de las unidades nuevas del sistema de transporte de la Ecovía.

Un criterio similar compartió ayer Vizuete, quien sí llegó a la rueda de prensa. La jornada pasada, el entrenador no apareció tras el empate 1-1 ante el Manta, en el mismo escenario. Esta vez lo hizo y estuvo acompañado de Luis Espinel, su asistente.

Allí, el estratega dijo que la segunda victoria que alcanza su equipo, desde que él lo dirige, fue un “envión anímico”. El DT admitió que durante esta semana él y su cuerpo técnico priorizaron las charlas de motivación para levantar el ánimo de sus pupilos, que solo han obtenido ocho puntos de 21, desde el 10 de abril, fecha que asumió el cargo.

Por eso, el domingo pasado los hinchas se cansaron y exigieron mejores resultados, con gritos e insultos a los jugadores, al cuerpo técnico y a los dirigentes.

En el cotejo de ayer no se escucharon tantos insultos, pero no faltaron los reproches por el nivel individual de algunos futbolistas y por el accionar del conjunto.

Los aficionados reclaman por los errores reiterados. Los futbolistas se pierden a ratos en la cancha, fallan constantemente en los pases y no han podido hacerse contundentes de locales. Ayer el Macará, a pesar de ir dos goles por debajo en el marcador, atacó más al final del partido.

Para Homero Valencia, entrenador de los ambateños, su oncena no merecía perder y se lamentó que por errores defensivos los ‘militares’ ganaran el duelo.

Los ambateños, alentados de 20 hinchas en la general, jugaron mejor en el arranque y se adelantaron con el gol de Domingo Martínez, a los 17 minutos. Los locales igualaron –sin merecerlo según Valencia– con el tanto de Juan L. Anangonó a los 24’.

Más adelante, en el inicio de la segunda etapa, los criollos sorprendieron y en tres minutos consiguieron la ansiada victoria.

José Madrid convirtió a los 46’ y Édison Preciado colocó el 3-1 con la cabeza cuando se jugaban 48’. El gol levantó a los aficionados y uno de los más felices fue Luis Castillo, de la barra Infierno Rojo, integrada por 20 personas.

La asistencia  

2 055 personas  ingresaron  al Atahualpa,   según se indicó en el    marcador  electrónico.  

744   de los boletos   fueron de cortesía  y hubo una recaudación de USD 4993.

Suplementos digitales