Brasil practica para Copa América entre escándalos y recuerdos del 7-1

El entrenador de la selección brasileña de fútbol, Carlos Caetano Bledorn Verri "Dunga" (der.), habla con David Luiz durante un entrenamiento. Foto: Marcelo Sayão / EFE

En su preparación para la Copa América, el seleccionador Carlos Dunga y los jugadores de Brasil buscan concentrarse en el fútbol y no dejarse afectar por el escándalo de corrupción en la FIFA ni tampoco por los recuerdos de la debacle del último Mundial.
El torneo que se jugará a partir del 11 de junio en Chile es la primera competencia oficial que disputa la "verdeamarela" desde que el sueño de alzarse en casa con el "hexacampeonato" se derrumbó en las semifinales del último Mundial, con la histórica derrota por 7-1 ante Alemania.
"Desafortunadamente, no es posible cambiar el pasado. Pero debemos mirar hacia adelante: tenemos que intentar conquistar la Copa América para darle alegría a nuestra hinchada", resumió el zaguero Miranda, uno de los jóvenes integrantes del "nuevo Brasil" que busca construir Dunga desde agosto pasado.
Los entrenamientos se realizan en la lujosa concentración inaugurada meses antes del último Mundial por el entonces presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), José María Marín, quien la semana pasada fue uno de los siete directivos detenidos en Suiza por cargos de corrupción.
Los miembros de la delegación brasileña evitan comentar las sospechas de ilegalidades en la CBF que ponen en entredicho incluso la permanencia del actual presidente del ente rector, Marco Polo del Nero.
El único comentario sobre el escándalo fue formulado el lunes por el coordinador de selecciones, el ex portero Gilmar Rinaldi, quien salió en defensa de la entidad. "Creo que la CBF está entre las cosas exitosas de Brasil", dijo Rinaldi, al ser indagado sobre la detención de Marin.
Al mismo tiempo, aseguró que el escándalo no afecta al trabajo de la comisión técnica: "Nosotros integramos el departamento de fútbol, y debemos preocuparnos exclusivamente por el fútbol".
Quizás en razón de las sospechas en torno a la CBF o quizás a raíz de la ausencia del astro Neymar -quien se unirá al grupo recién el lunes, 8 de junio de 2015, después de la final de la Liga de Campeones de Europa entre su Barcelona y la Juventus de Italia-, Dunga y sus pupilos pueden dedicarse a la preparación en total privacidad.
A diferencia de lo que ocurrió durante el último Mundial, los habitantes de la serrana ciudad de Teresópolis no han acudido hasta ahora a la concentración de Granja Comary para acercarse a los ídolos de la "seleçao".
Para Dunga, quien dirigió la "verdeamarela" en el Mundial de Sudáfrica 2010, la Copa América representa una oportunidad para confirmar la racha de ocho victorias consecutivas conquistadas desde que regresó al comando del equipo, incluso ante rivales fuertes como Argentina y Francia.
No quedan dudas de que un título de la Copa América ayudaría a minimizar el trauma del 7-1 ante Alemania y podría también atenuar las presiones por un cambio de comando en la CBF desatadas por el escándalo en la FIFA.
Sin embargo, los jugadores son cautos y evitan estimular el optimismo, ya que advierten que el equipo enfrentará dificultades en Chile.
"Será una Copa América muy fuerte, desde el punto de vista técnico. La mayoría de las selecciones tendrá a uno o más jugadores capaces de desequilibrar un partido", advirtió el zaguero David Luiz, uno de los "supervivientes" de la debacle del último Mundial.
Brasil debutará en el torneo el 14 de junio ante Perú, en un partido válido por el Grupo C, que integran además las selecciones de Colombia y Venezuela. Antes de viajar a Chile, los pupilos de Dunga realizarán en Brasil dos amistosos de preparación, ante México, el domingo, y ante Honduras, el martes de la próxima semana