El partido entre Francia y Brasil, hoy a las 15:00 de Ecuador, en el parisino Estade de France, será “amistoso”, solamente en los papeles.
Los medios y observadores brasileños esperan que la ‘Seleção’ apague con un triunfo, ante los 80 000 espectadores que se esperan en el estadio y millones frente a la TV, las “verguenzas” sufridas ante el once galo.
Los sudamericanos volverán, en su primer partido del año, al escenario de la dolorosa derrota en la final del Mundial de 1998 ante los franceses (3-0).
Sin embargo, los hombres del entrenador Mano Menezes aseguran que ante Brasil, esa cosa de “tomarse revancha” no será tan así. La renovada selección no quiere saber de “fantasmas”. “Ahora es una nueva historia, son otros los jugadores. Lo más importante es representar bien a nuestro país”, dice Dani Alves, quien en 1998 tenía 14 años.
Thiago Alves declaró: “Un partido contra Francia siempre es especial, claro, y queremos ganar. Pero en 1998, nosotros no estuvimos en la cancha, por lo que no se puede hablar de revancha”, dice el defensa.
Por su parte, Laurent Blanc, el entrenador de Francia, destacó los pergaminos de su rival de hoy. “Brasil siempre es un equipo que tiene excelentes jugadores. Va a ser una gran prueba para nuestro equipo”, dijo el defensa.
Blanc reemplazó al controvertido entrenador Raymond Domenech y debutó con dos derrotas, pero luego cosechó cuatro victorias consecutivas, la última ante Inglaterra y como visitante.
El mediocampista Jérémy Ménez, probable titular junto a hombres como Karim Benzema, Florent Malouda, Alou Diarra, Yann M’Vila y Yoann Gourcuff.
El otro partido más atractivo de la jornada de hoy es el duelo entre Argentina y Portugal en Ginebra. El partido también se realiza desde las 15:00.
Para la mayoría de los aficionados al balompié, el atractivo, el verdadero morbo de este encuentro no es el duelo entre las dos escuadras. La gran atención está concentrada en el duelo entre el argentino Lionel Messi y el portugués Cristiano Ronaldo, considerados los dos mejores jugadores del mundo.
Los dos equipos se enfrentaron en seis ocasiones y los números favorecen a los albicelestes, que ganaron cuatro juegos. Hubo un empate y una victoria lusa.