El seleccionado brasileño dirigido por Mano Menezes se fue con la cabeza gacha, absorto por no poder superar, ni siquiera poner en serios aprietos a su rival Venezuela, claramente inferior, que festejó con euforia el empate.
El partido arrancó en medio de una enorme expectativa: una cancha prácticamente llena, muchas banderas brasileñas y un público argentino que se volcó desde el primer minuto con la Vinotinto. Cosas de una rivalidad irreconciliable.
Brasil, el todopoderoso, el equipo que muchos piensan terminará levantando en Argentina el trofeo por tercera vez consecutiva, quiso honrar desde el comienzo el mandato que impone su fabulosa historia: llevar las riendas del partido, desequilibrar en base al talento inagotable de sus futbolistas.
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Lo logró en los primeros 20 minutos, moviendo la pelota con criterio en la mitad de la cancha, intentando desequilibrar con un cuarteto de ataque de temer como el que forman Ganso, Robinho, Neymar y Pato.
Venezuela, parada con un 4-4-2 que dejó demasiado aislados a Rondón y Miku, no llegaba a cortar el circuito de juego en la medular. Pero gracias a lo atento de su defensa, la seguridad de Renny Vega y cierta displicencia de la ofensiva ‘verdeamarela’, principalmente del publicitado Neymar, los de César Farías no sufrieron en exceso.
El primer tiempo se fue con dos puntos altos: un ataque de Neymar que terminó salvando Vizcarrondo en la línea tras definición de Robinho y la entrada de un perro a la cancha. Recorrió el campo a lo largo y se fue ovacionado . Cualquier cosa servía para sacudir el intenso frío y, a esa altura, el aburrimiento.
En el segundo tiempo, la inoperancia de Brasil animó a Venezuela, que se adelantó en el terreno. Por cada toque de la Vinotinto, el ‘olé’ bajaba de la tribuna. Hasta Hugo Chávez, presidente venezolano, animó desde Cuba, donde está internado, a través de su cuenta de Twitter.
Farías se enojó con Rondón por desaprovechar una jugada y mandó a Alejandro Moreno a la cancha. Menezes se hartó de Robinho y eligió a Fred. Y los argentinos recordaron a Maradona.
A los 72, Arango definió mal la última que tuvo Venezuela antes de dar tres pasos hacia atrás en el campo. Menezes le hizo caso a su hinchada: puso a Lucas por Pato, una sombra en el segundo tiempo. Si el elegido era Neymar, tampoco era errado: la estrella del Santos fue un fantasma, al igual que su socio Ganso. Salvo una acción mal definida por Arango, Venezuela no se acercó más. El empate fue de oro.
Alineaciones
Brasil Julio César; Daniel Alves, Lucio, Thiago Silva, André Santos; Lucas Leiva, Ramires (75′ Elano); Robinho (64′ Fred), Paulo Henrique Ganso, Neymar; Alexandre Pato (75′ Lucas).
Venezuela Renny Vega; Roberto Rosales, Grenddy Perozo, Oswaldo Vizcarrondo, Gabriel Cichero; César González, Tomás Rincón, Franklin Lucena, Juan Arango; Miku (78′ Giancarlo Maldonado), José Rondón (63′ Alejandro Moreno).