Chile cuenta los días para debutar frente a Argentina camino a Brasil 2014, pero aún tiene varias cosas por mejorar. El exigente examen ante España, que terminó en una derrota por 3-2 en Suiza, reflejó todo lo bueno (y también todo lo malo) de la Roja.
El primer tiempo de la Selección chilena frente a España fue de alto vuelo. Los dirigidos de Claudio Borghi se atrevieron a ir al frente, rotaron la pelota con claridad y velocidad, cortaron el medio campo de los europeos y parecían no tener problemas para superar al campeón del mundo. Los chilenos se fueron al descanso con dos goles de ventaja.
El segundo tiempo fue terrible, sobre todo en el juego aéreo defensivo, un mal que tampoco tuvo solución en la época del DT Marcelo Bielsa, ahora reemplazado por Claudio Borghi.
También fue evidente que, cuando Chile defiende con mucha gente atrás, el medio campo se parte: ante España, el inteligente y hábil Jorge Valdivia se quedó sin jugadores para apoyar su amplio despliegue creativo.
Lo más preocupante fue el aspecto mental: Chile desapareció del partido y cedió tres goles, sin mostrar reacción.
En general, la historia de los chilenos en las eliminatorias está plagada de cotejos con errores de último minuto, con flaquezas de personalidad en el momento decisivo. Hubo cotejos de verdadero heroísmo (el partido de desempate con Ecuador para Inglaterra 1966, por ejemplo, o las eliminatorias a Francia 1998, con la dupla Salas-Zamorano), pero las frustraciones han sido mayores.
El formato sudamericano de ‘todos contra todos’ ha sido severo para los chilenos, que siempre empiezan con Argentina de visitante, aunque han podido clasificarse en dos de las cuatro ocasiones bajo esta modalidad.
En la última, Chile, de la mano del ‘Loco’ Bielsa, acabó en el segundo lugar del torneo, un hecho inédito, y con resultados históricos como el triunfo por 1-0 ante Argentina en Santiago.
El éxito de Bielsa, su estilo monacal de vida y su impacto (primer triunfo chileno en un Mundial desde 1962, jugadores transferidos al exterior, la Selección cotizada para amistosos con las potencias) son una fuerte presión para Borghi, que no logró brillar en la última Copa América.
“Bielsa dejó en Chile más viudas que la Segunda Guerra Mundial”, fue la amarga queja de Borghi en el torneo regional, aunque aceptó que la hinchada no quiere renunciar a la huella ofensiva que imprimió Bielsa.
Borghi también es ofensivo, aunque prefiere controlar más la pelota y no aplastar el acelerador.
En todo caso, Borghi mantiene el control de la situación y se anima a experimentos como, por ejemplo, a hacer debutar al ariete Eduardo Vargas ante España.
El delantero de 21 años cumplió marcando uno de los goles en el amistoso y es una alternativa ante la probable baja de Humberto Suazo, el goleador de las eliminatorias que está en mal nivel.