El presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), Joseph Blatter, admitió que en la elección de Qatar como sede del Mundial de 2022 hubo “influencias políticas”. “Claramente sí”, respondió el suizo en una entrevista que publica hoy el diario alemán “Die Zeit“.
“Hubo influencias políticas directas. Jefes de gobierno europeos recomendaron a sus miembros con derecho a voto (en el comité ejecutivo) que votaran por Qatar porque los unen grandes intereses económicos con ese país”.
La declaración de Blatter puede entenderse como una indirecta al presidente de la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA), Michel Platini. El francés, que posiblemente se enfrentará a Blatter por la presidencia de la FIFA en 2015, confirmó abiertamente su elección de Qatar.
Pocos días antes de la votación, Platini estuvo en una cena en el Palacio del Elíseo con el entonces presidente francés Nicolas Sarkozy y el emir de Qatar, el jeque Hamad Al Thani, según reveló la revista “France Football“.
Platini no negó que la cena se produjera, pero sí que hubiera un acuerdo. Mientras tanto, la fecha de realización del Mundial sigue siendo tema de debate, ya que las altas temperaturas en verano en Qatar desaconsejan disputar el torneo en junio o julio.
El presidente de la junta directiva del Bayern Múnich, Karl-Heinz Rummenigge, sugirió que el evento se traslade a abril, pues la propuesta de jugarlo en el invierno qatarí entorpecería la temporada de fútbol europea.
“Realmente hay una diferencia en jugar en noviembre, enero o incluso abril, que no debería ser descartado. En abril las temperaturas en Qatar son bastante agradables”, dijo al semanal “Sport Bild” el alemán, que también es presidente de la Asociación Europea de Clubes (ECA).
Para Rummenigge, un Mundial en abril no supondría hacer demasiados cambios en el calendario internacional. El comité ejecutivo de la FIFA discutirá en una reunión en Zúrich el 3 y 4 de octubre la posibilidad de trasladar la Copa del Mundo de 2022 al invierno qatarí.