No fue aquella imagen de un Edgardo Bauza sentado con un papelito en sus manos, como cuando quedó campeón de la Copa Libertadores con Liga, en el 2008.
Fue todo lo contrario. El ‘Patón’ Bauza, su cuerpo técnico, los dirigentes y la hinchada de Liga de Quito pasaron por los misterios religiosos de Semana Santa en el triunfo que el equipo consiguió ante El Nacional (3-2).
Un resultado que alivió las tensiones de Liga de no poder ganar los últimos cuatro partidos en el Campeonato Nacional.
Bauza vivió un partido intenso. Gesticuló todo el tiempo en la zona técnica, dio algunas patadas al aire, lanzó una botella al piso y cuando daba instrucciones a sus pupilos lo hacía con aplausos.
Nunca perdió la fe en su equipo, que empezó con un capítulo gozoso gracias al gol de Claudio Bieler. Esa ilusión se esfumó y el equipo albo pasó al misterio doloroso en pocos minutos.
José Madrid (22’) y Édison Preciado (24’), de El Nacional fueron las espinas en el camino de Liga y, especialmente de la defensa con sus dos goles. El misterio luminoso se activó con el ingreso obligado de Édison Méndez por la lesión de Enrique ‘Rambert’ Vera.
La rodilla del paraguayo se hinchó. Ayer, el jugador fue hospitalizado porque la rodilla estuvo llena de sangre y hoy se le realizará una artroscopia (cirugía).
Con Méndez y Damián Manso, como las luces para generar ideas, Liga mejoró y pudo empatar el partido con el segundo gol de Claudio Bieler. Fue un episodio intenso por los goles y por fútbol.
El complemento fue menos intenso, pero dramático. Marcos Caicedo y Juan Luis Anangonó perdonaron a los albos y fueron imprecisos para castigar con goles los errores defensivos, especialmente de Ezequiel Luna quien cometió el penal.
Anangonó falló en la ejecución porque Daniel Viteri cumplió el apostolado de atajar penales decisivos para los merengues.
El ‘Taca’ Bieler resucitó al equipo con el tercer gol, de penal, y permitió que la tranquilidad vuelva a Liga para la siguiente estación: ante Barcelona, en Guayaquil. Bauza salió de la cancha a paso apresurado y tranquilo por el triunfo necesario en estos días.
Puntos de vista
Javier Castro
DT amateur
La precisión al definir sí influyó en la victoria alba
El ingreso de Édison Méndez fue determinante para que Liga cambie su funcionamiento en el partido. La primera media hora, Edgardo Bauza planteó un equipo con mucha marca con tres volantes: Patricio Urrutia, Enrique Vera y Fernando Hidalgo.
Méndez entró y su presencia fue influyente para que Liga maneje el balón y le obligue a retroceder a los volantes y defensas de El Nacional. Uno de los puntos más bajos, mientras estuvo en la cancha, fue Luis Bolaños.
Sin embargo, tuvo su mérito en el primer gol porque fue él quien cambió de frente para que el juvenil Sandro Rojas centre bien y Claudio Bieler defina. Rojas desbordó y marcó poco.
En el complemento se vio que a Liga le falta mucho en acoplar a Ariel Nahuelpan con Bieler. También falta mejor sintonía de fútbol entre Damián Manso y Méndez. La figura fue Bieler por los goles, pero también Daniel Viteri por el penal atajado.
Edmundo Díaz
Prof. Ed. Física
Liga corrió más en el segundo tiempo
La defensa de Liga corrió y fue exigida en el primer tiempo. Los desbordes de Marcos Caicedo y Édison Preciado trajo apuros a Sandro Rojas y Ezequiel Luna, por derecha, y Diego Calderón y Ángel Cheme, por izquierda.
La velocidad de los dos equipos, que hubo en el primer tiempo, fue impresionante. Resaltó el desdoble que hace Bieler porque corre desde la media cancha. Al que no le veo tan bien en lo físico es a Luis Bolaños. Corrió poco y no se vieron sus desbordes con rapidez.
En lo físico le vi bastante bien a Liga de Quito aunque hay jugadores a los que se les notó lentos. Sin querer cargarme, Ulises de la Cruz estuvo demorado para salir a achicar. Creo que a Damián Manso se lo ve un poquito excedido de peso, pero su rapidez mental compensa todo.
Ezequiel Luna sintió la carga de haber corrido en la acción del penal. Eso pasa cuando los jugadores se quedan sin piernas.