De la euforia de la estrella 14 ahora sí ya no queda nada, excepto lo que todos temían: deudas, deudas y deudas. Barcelona sigue siendo el Don Ramón del fútbol, huyendo del casero que no sabe cómo cobrar los 14 meses de renta. Desde 1987, cuando el ‘Loco que Ama’ se cayó del poder y heredó al ‘Ídolo’ un déficit tan grande como su locuacidad, el saldo en rojo en las cuentas ha sido un distintivo de los canarios, al mismo nivel que la canción de Deluxe o el hombre de campana. Barcelona es amarillo como el sol… y endeudado como Uganda.
En la semana que pasó un grupo de socios de la entidad se portó crítico con los informes económicos de los dirigentes, que coincidió con noticias de más pedidos de dinero al ‘Ídolo’: Gustavo Costas (que ha sido contrademandado), Michael Jackson Quiñóñez (quien temía que lo echaran de la vivienda), el ‘Kitu’ Díaz e Independiente del Valle han golpeado las puertas para pedir su plata, aunque la lista acreedores es más larga que la de los venezolanos en las tiendas.
Tampoco cayeron bien las versiones de que se gastó más de lo pensado en el 2013 y que, a estas alturas, no se sepa de cuánto mismo es el déficit de Barcelona, un misterio tan indescifrable como la elección de un tema de The Beatles para promocionar a Ecuador. ¿Será que algún día el ‘Ídolo’ saneará su economía y tendrá paz? Quién sabe: hasta ahora Don Ramón no paga la renta.