Soltó lágrimas luego de marcar su gol. Un sollozo casi incontrolable invadió al lateral zurdo Roosevelt Oyola, quien selló la goleada de Barcelona, 4-0, sobre el Deportivo Cuenca.
Todo fue fiesta en el estadio Monumental. El equipo que conduce el DT Gustavo Costas parece que recuperó sus bríos luego del turbulento inicio de temporada, en el cual estuvo cinco fechas sin ganar.
La imagen de Oyola conmovió a sus compañeros, quienes fueron a consolarlo para que el cotejo continuara (65’). Luego, el DT Costas también lo abrazó. Cada conquista mostró una imagen de solidaridad y amistad en el grupo. Christian Penilla abrió el marcador con un enganche y remate de zurda. Ariel Nahuelpan se acercó a felicitarlo mientras el ariete bailaba.
El segundo gol fue de Michael Arroyo, tras un rebote que dejó el meta Marcelo Ojeda ante un remate de Nahuelpan. Ambos jugadores se abrazaron, tal como ocurrió en Quito el domingo pasado en el triunfo (2-0) sobre Universidad Católica.
Antes de la paralización por las eliminatorias, se rumoró que Arroyo y Nahuelpan no tenían una buena relación de amistad y que eso generó división en el grupo. Pero las imágenes del domingo y de ayer demostraron lo contrario.
En el 3-0, Nahuelpan fue quien aprovechó un rebote en el vertical, tras el remate de Hólger Matamoros. El argentino nuevamente recibió el abrazo de Arroyo y del resto de compañeros.
Pero esa recuperación también tiene otro autor: el técnico. Costas se adaptó a la realidad. El pasado domingo sin los seleccionados Máximo Banguera, Frickson Erazo y Juan Carlos Paredes, supo imponerse a los católicos. Y ayer su equipo derrotó con un sistema práctico, pues dio descanso a Paredes, no cuenta con el argentino Damián Díaz por suspensión, ni con el zurdo Geovanny Nazareno por lesión.
Jugadores como Christian Penilla, Michael Quiñónez (hasta que se lesionó), Roosevelt Oyola y Pablo Saucedo (como lateral derecho) cumplieron con las órdenes del DT. Hasta Arroyo fue solidario en la marca y los pases. Con un sistema 4-4-2 y mucha precisión, dio una alegría a sus hinchas y complicó más al Cuenca, que al parecer, se quedará sin técnico. La suerte de Guillermo Rivarola parece estar echada, pues en nueve fechas no ha ganado un solo partido.