El Barcelona se entrenó este lunes por primera vez desde su llegada a Japón, país al que llegó el domingo para disputar el Mundial de Clubes de fútbol, con una sesión de una hora de duración, con ritmo suave, en Yokohama, ciudad en la que debutará el jueves.
Los jugadores desplazados al país asiático tuvieron ejercicios de recuperación física, con estiramientos y carreras a ritmo suave, tras el desgaste del partido del sábado contra el Real Madrid (victoria 3-1) en la Liga española y el posterior viaje de casi trece horas hasta Tokio.
La práctica estuvo abierta a la prensa durante quince minutos y transcurrió después a puerta cerrada.
Si bien el domingo el equipo fue recibido en el aeropuerto de Tokio-Narita por un par de centenares de hinchas, el primer entrenamiento congregó también a numerosos aficionados en la puerta de las instalaciones del Yokohama Marinos, en medio de una gran expectación de la prensa internacional.
El Barcelona, campeón de España y de Europa, debutará en el Mundial de Clubes el jueves en semifinales ante el Al Sadd catarí y en caso de ganar jugará el domingo la final, frente al vencedor del partido entre el brasileño Santos y el japonés Kashiwa Reysol.
Uno de los principales retos del equipo azulgrana será adaptarse lo antes posible a la diferencia horaria, algo que ya ha empezado a provocar pequeños desajustes de sueño, como admitió el defensa Gerard Piqué en su cuenta de una popular red social.
“¡Son las 06H36 aquí en Yokohama y ya no puedo dormir más! Dentro de unas horas entrenaremos y luego iremos a Tokio para disfrutar de esta cultura y conocerla un poco”, escribió.