Volvió con honores a una lid internacional. El ecuatoriano Barcelona, de visitante, triunfó anoche por 2-1 sobre el peruano César Vallejo en la fase preliminar de la Copa Sudamericana.
El cuadro amarillo mantuvo una línea solvente, suficiente para manejar a un rival apenas sostenido por el juego individual.Barcelona nunca fue inferior a Vallejo en el transcurso del primer tiempo. Además de una mínima disciplina táctica, de un orden preconcebido desde el vestuario por el DT uruguayo Mario Vieira, el cuadro local apenas dejó ver individualidades: los colombianos Héctor Hurtado y Mayer Candelo, además del local Manuel Ugaz, quien no pudo seguir en las segunda etapa armando juego desde la derecha.
Por eso, el gol de Hurtado, a los 21, lució sorpresivo. Hasta entonces, el ataque peruano fue un festín de centros que José Luis Perlaza, sin esfuerzo, evacuaba.
Entonces, la respuesta inmediata de Barcelona benefició no solo al cuadro ecuatoriano, sino al nivel futbolístico del encuentro. Jefferson Hurtado se desdobló para, dos minutos después del tanto de Vallejo, empatar.
Salvo los apuros forjados desde el sector derecho, Barcelona nunca tuvo problemas.
El uruguayo Martín Cazulo (debutante absoluto en la UCV -Universidad César Vallejo-) apareció inconexo, sin capacidad de estar al ritmo de Candelo, el arquitecto de este equipo.
Adelante, en el ataque torero, Luis Bolaños curtió corridas sin fin, indetenibles, pero con poca creatividad. Juan Samudio estaba solo, con un Ricardo Noir apagado y apenas tocador de pelota circunstancial.
Ya para el segundo tiempo, salió Ugaz y Vallejo perdió un puntal. Nada fue igual para el dueño de casa, que incluso hasta bajó su intensidad en cuanto a la presencia en el terreno ajeno.
Mientras tanto, Barcelona fue inteligente. Mantuvo su estructura e intensificó el aprovechamiento de las debilidades del rival, tanto que llegó el gol de Ricardo Noir, a los 64’, luego de aprovechar las falencias locales.
De ahí, más que mantener el resultado, Barcelona buscó que las diferencias crezcan y hacer valer su mayor cancha e historia. Lo hizo con argumentos sólidos, con un fútbol práctico, austero, pero solvente. La lesión de Noir (salió en camilla, directo a enfermería) fue el único punto oscuro.
La popular norte, fue una fiesta gigante. La barra Sur Oscura llegó atrasada (habían pasado 15’ cuando entró al estadio Carlos Mansiche), pero el atraso valió para ver a su equipo triunfar.
Fue una nota singular, señala la agencia AFP, pues los hinchas ecuatorianos acudieron en mayor cantidad que los del Vallejo, que no es el equipo más popular de Trujillo. El ganador de esta llave jugará en la segunda fase contra Peñarol de Uruguay.