El duelo, otra vez, tuvo el guión de la serie cómica entre el correcaminos y el coyote. Una lucha que no fue en el desierto, sino en la alfombra del estadio albo.
Fue un empate con el que ganó el buen fútbol. El juego limpio se vio en un escenario de adrenalina pura y pulsaciones aceleradas.
Con hormonas alborotadas que solo se calmaron al sellarse el undécimo empate en la historia entre Liga y Barcelona (2-2), en la Casa Blanca, en 15 años.
Ayer, los amarillos se ilusionaron con romper el maleficio de no poder ganar en la casa universitario. Era otro intento, en el cotejo 36; pero se frustró y Barcelona se quedó con esa sensación que siente el coyote, sin poder atrapar al correcaminos
El equipo guayaquileño hizo lo mismo que se ve en los dibujos animados en cada capítulo: pensar, planificar y trabajar en la idea.
Con el DT Gustavo Costas en el banquillo, en su tercer partido, salió a esperar a su rival. Edgardo Bauza, DT de la ‘U’, estaba anticipado de la superpoblación de medio campo hacía atrás.
Costas paró a su equipo con tres zagueros: José Luis Perlaza, Jayro Campos y Frickson Erazo. Reforzó los costados con Roosevelt Oyola, por izquierda, y Pablo Saucedo, por derecha.
A los volantes de marca Luis Caicedo y Carlos Gruezo les asignó la misma tarea que tiene una guardia presidencial para perseguir a Damián Manso, el generador de ideas en el frente opuesto.
Esto se complementó con el volante Damián Díaz. El ‘Kitu’ adelantó el homenaje al día del trabajador (mañana es 1 de mayo) y corrió toda la cancha. Se puso el overol de líder.
Narciso Mina, el fornido delantero, tuvo que pelear arriba, en la ofensiva. El único que tuvo problemas en entrar en el guión torero fue el delantero Pablo Lugüercio.
El ‘Payaso’ sintió que la altura y la rapidez de la cancha de Liga no son ningún chiste y acomodando sus canilleras cuatro veces dio muestras de su rápido cansancio.
Esto pese a que Liga no salió a imponer velocidad. Bauza privilegió el orden y la sorpresa por los costados con Néicer Reasco (derecha) y Ángel Cheme (izquierda). Liga cuidó espacios en la mitad con: David Quiroz y Fernando Hidalgo. Idea y funcionamiento conocidos, como la velocidad del correcaminos al sonar: ¡Bip Bip!.
Plan que funcionaba porque el tanto albo llegó en un centro que lo cabeceó Cevallos entre los grandotes Campos y Erazo. Delirio blanco y desazón amarilla.
Superada la media hora de juego, a Liga le volvió a ocurrir lo de cotejos pasados. Se comenzó a equivocar y ceder espacios y le empataron en una jugada que es una copia del gol de Liga. Al final del primer tiempo, Narciso Mina no faltó a su acostumbrado gol de cabeza, para el empate.
En la complementaria, Bauza se la jugó por Édison Méndez y Costas por José Ayoví. Los resultados fueron distintos. ‘Kinito’, la luz de Liga, nunca se prendió. Ayoví, en cambio, fue el socio ideal que esperaba el delantero Mina.
En cuarto de hora hubo dos goles producto del vértigo. El uno de Diego Calderón, otra vez, de cabeza en la mitad de la defensa. Cuatro minutos después Erazo logró la igualdad.
El cierre fue como la tira cómica de Warner Brothers con intentos fallados en ambos lados y Barcelona sin poder ganar. Fue tablas.