Fue un día de pocas palabras. Algunos jugadores evitaron hablar y otros fueron reflexivos. Eso provocó en Barcelona haber perdido el primer lugar de la tabla de posiciones del Campeonato Nacional y, por ende, reducir las posibilidades de ganar la etapa y clasificarse a la final del torneo.
Pero tantos los futbolistas como el técnico Gustavo Costas se aferran a un milagro. La prioridad es ganar los seis puntos restantes ante Técnico Universitario y Deportivo Cuenca. Pero eso no será suficiente ya que deben esperar un traspié del puntero actual, el Independiente del Valle. Los del Valle acumulan 36 puntos, mientras que los canarios tienen 35.
La práctica de hoy empezó con una corta plática entre Costas y los jugadores en el centro de la cancha. Según del delantero Narciso Mina, ahí el estratega les dijo que confiaba en ellos (en los jugadores) y que “nada estaba perdido aún”. “Las esperanza es lo último que se pierde, pese a que dependemos de otros resultados”.
Después de esa conversación, la plantilla realizó trabajos físicos y regenerativos. Uno de los más autocríticos, pese a haber jugado poco en esta primera etapa, fue el lateral derecho Miguel Ibarra.
Según el jugador, los errores propios del equipo lo tienen en esta situación. “La derrota contra El Nacional y los dos penales errados en Loja fueron determinantes”, sostuvo.
Dentro de dos semanas, la dirigencia torera anunciará a qué jugadores se les renovará el contrato y posibles refuerzos para la segunda etapa.