El Barcelona catalán se impuso ayer 2-0 sobre el modesto Viktoria Plzen checo gracias a los tantos de Andrés Iniesta y David Villa, en un partido en el que los locales perdonaron la goleada tras desperdiciar infinidad de ocasiones.
El club catalán se mantiene igualado con el Milan en la cabeza del grupo H de la Liga de Campeones, ambos con siete puntos, mientras Viktoria y Bate Borisov se quedan con un solo punto.
El Barcelona desatendió cualquier signo de desconfianza y Josep Guardiola, su técnico, apostó por una alineación sumamente competitiva. Lo más llamativo fue la composición de su defensa, con Javier Mascherano y Eric Abidal como centrales.
El conjunto catalán fue un huracán durante los primeros 15 minutos, en los que el Viktoria Pilsen permaneció paralizado mientras su rival tiraba paredes, tacones y demás lujos. Fueron momentos especialmente brillantes para Iniesta.
Las ocasiones se sucedían sin freno y el primer gol llegó a los 10 minutos, cuando Iniesta combinó con Lionel Messi y el español marcó tras una excepcional maniobra para superar a un defensor. La hinchada aplaudió con fuerza la belleza del tanto.
El Barcelona siguió firme, con la idea de solucionar el partido lo antes posible. Pero con el paso de los minutos se fue desinflando y el Viktoria comenzó a sacudirse el dominio, queriendo revalorizar su primera participación en la Liga de Campeones.
El equipo azulgrana esperó hasta el final de la primera mitad para sumar otra gran oportunidad, con un lanzamiento de falta que Messi estrelló en un palo.
La segunda mitad comenzó igual que la primera, con un Barcelona sumando incontables llegadas al área checa. El equipo azulgrana disfrutó de
no menos de 10 ocasiones claras para aumentar la cuenta, pero el tanto de la sentencia no llegó.
Messi protagonizó buena parte de esas jugadas, muchas de ellas casi imposibles, con defensas checos tirados por los suelos y el balón rondando el arco visitante.
En una noche con puntería, Messi hubiera conseguido una escandalosa cifra de goles. Pero el argentino muchas veces se empeñó en hacer las cosas más difíciles de lo que en realidad eran.
La sentencia llegó a siete minutos del final, en una jugada confusa que resolvió Villa. Los jugadores del Viktoria Plzen casi celebraron una derrota tan honrosa, después de que la prensa deportiva aludiera a una eventual goleada histórica antes de comenzar el encuentro.
En cambio, con la victoria el equipo español se afirmó como favorito a clasificarse a los octavos de final del mayor torneo de clubes europeo.