El Barcelona ganó el primer asalto de la Supercopa de España al vencer por 3-2 al Real Madrid, ayer, en un clásico loco en la segunda mitad, cuando llegaron los cinco goles.
El conjunto blanco se adelantó con un tanto de Cristiano Ronaldo en la segunda parte, pero el Barcelona remontó con un tanto de Pedro, un penal de Lionel Messi y un gol de Xavi Hernández.
El Real Madrid recortó distancias con un gol de Angel Di María tras un error clamoroso del arquero Víctor Valdés. Ni el Barcelona ni el Real Madrid están en buena forma en el inicio de la temporada. Además, no hubo la tensión de choques pasados, por más que la segunda mitad fuera trepidante.
El Barcelona monopolizó el balón desde el inicio. El Real Madrid, consciente de su bajo tono físico, no se fue a buscar al rival a campo contrario, como hizo en las últimas ocasiones, sino que lo esperó atrás, muy agrupado.
El Barcelona no cobró ventaja de esta circunstancia. Principalmente porque le faltó juego por las bandas y porque sus atacantes no desbordaron.
Este fue el caso, por ejemplo, del chileno Alexis Sánchez. Todo lo contrario que Messi. El argentino, acompañado de Andrés Iniesta, asumió todo el protagonismo del Barcelona en la primera parte.
La segunda mitad fue muy diferente, principalmente porque los dos equipos acumularon enorme fatiga y aparecieron mil espacios.
Sacó más partido el Barcelona, aunque no se fue contento con el resultado. El Real Madrid se adelantó a los 54 minutos en su primer disparo a puerta.
Mesut Özil lanzó un córner y Cristiano Ronaldo remató de cabeza a la red. El portugués acumuló su cuarto clásico consecutivo marcando. Pero el conjunto blanco apenas disfrutó de la renta porque el Barcelona igualó dos minutos después.
Javier Mascherano puso un pase largo, Fabio Coentrao defendió muy mal y Pedro controló en el área para marcar con un perfecto tiro cruzado.
El Madrid cometió errores. A los 70’, Iniesta controló en el área y Sergio Ramos no midió. El central blanco cometió falta dentro del área y Messi lo aprovechó.
Y a los 78 minutos llegó la sentencia, en una magnífica acción de Iniesta y otro error defensivo del Real Madrid.
El clásico se cerró a cinco minutos con un gol cómico. El arquero del Barcelona, Valdés se puso a regatear en su área ante la presión de Di María, quien robó el balón y marcó a portería vacía.
Un gol que dejó el título abierto para el encuentro de vuelta, el próximo miércoles.
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