No fue Alianza Lima. Tampoco fue Universitario de Deportes ni Cristal. Fue Juan Aurich de la Victoria, un equipo de Chiclayo, el que ganó el título de Perú.
Los aurichistas son un ejemplo en su país de gestión administrativa. Tras varias décadas de vaivenes financieros, descensos e incluso desapariciones, el equipo regresó con fuerza en el 2004, cuando el club Deportivo Mariscal Nieto, de Primera división, fue absorbido por dirigentes del Aurich que buscaban una oportunidad para volver al campeonato.
La llegada a la dirigencia del empresario Edwin Oviedo fue determinante, pues dio el salto de calidad de un equipo que apenas tenía trascendencia a un plantel reforzado y protagonista.
El 2010 fue un año determinante: tras un proceso judicial que no estuvo libre de polémica, Juan Aurich de la Victoria pasó a ser una sociedad anónima, cuyo soporte es el Grupo Oviedo. El club pasó a poseer la plantilla de provincia más cara del Perú, a un costo de USD 300 000 al mes. Los salarios de los jugadores comenzaron a pagarse a tiempo.
No hubo suerte en el 2010 en lo deportivo, pues el equipo no pasó del sexto lugar y tampoco se destacó en la Sudamericana, con una temprana eliminación ante el colombiano La Equidad.
El gran golpe del Aurich vino un año después: ganar el torneo del 2011. Para eso, se contrató a un entrenador experimentado como el colombiano Diego Édison Umaña, campeón en su país con el América de Cali (2008) y el Júnior de Barranquilla (2010).
También se apostó por figuras como Édgar Balbuena, Alfredo Rojas, Diego Penny, William Chiroque, Luis Guadalupe y el panameño Luis Tejada, un temible delantero y goleador histórico de la Selección de su país.
Aurich y Alianza Lima fueron los mejores luego de las 30 fechas del torneo, así que debieron dirimir el título en finales de ida y vuelta. Todo parecía perdido para el Aurich luego de que cayó como local por 2-1. Pero el equipo de Umaña venció por 1-0 en la revancha en Lima y forzó a un tercer cotejo, el cual acabó 0-0 en el estadio Nacional de la capital. Los de Chiclayo fueron mejores en los penales y se impusieron por 4-3.
El título fue especial porque era la primera vez que el Aurich lo conquistaba, además de que coronaba un proceso empresarial que ahora es un modelo. Pero también se trató de un triunfo especial sobre el centralismo.
Desde el año 1981 ningún equipo que no fuese de Lima podía lograr el título nacional. El último fue el Melgar con Máximo Carrasco como entrenador.
Desde entonces, los cuadros del interior del Perú se tuvieron que conformar con ser meros participantes. Si bien Unión Huaral se consagró en 1989, dicha ciudad está en el departamento de Lima.
Cienciano de Cusco estuvo cerca de romper el monopolio, pero desperdició las tres finales que jugó en el 2001, el 2005 y el 2006.