El Valle del Chota generó ayer lágrimas, miradas perdidas en el horizonte y frustración en cerca de 10 000 hinchas de Aucas que llegaron al estadio Olímpico de Ibarra en busca de la clasificación.
Pero el club que lidera Agustín Delgado aguó la fiesta de los visitantes, al vencerlo 1-0. De esta manera, el cuadro imbabureño entró al hexagonal final del torneo de la Segunda categoría.
Marlon Rodríguez se convirtió en el héroe del cuadro norteño y verdugo de los capitalinos, en el minuto 85, cuando los orientales sufrían con los ataques locales, pero se sentían cerca del objetivo.
Mediante un potente disparo de pierna derecha al ángulo derecho, Rodríguez sorprendió al arquero Héctor Carabalí. La jugada nació de un tiro libre que levantó su compañero Martín Putcher.
Hasta ese momento, los seguidores del Aucas cantaban, pero el gol del número 10 del Valle del Chota los enmudeció.
Fue un partido intenso, pero que se inclinó a favor de los imbabureños por su ambición al final. Aucas estaba más sereno, se conformaba con el empate y se limitó a despejar centros.
El primer tiempo terminó 0-0, generando angustia en los dueños de casa, que multiplicaron sus ataques en la segunda parte.
La táctica dio resultado. Incluso, el partido pudo terminar con mayor diferencia de goles. Agustín Delgado, precisamente, perdió una clara oportunidad frente al arco auquista. No supo definir, tras recibir un pase de Rodríguez.
Los imbabureños atacaron en el contragolpe, aprovechando los espacios que dejó Aucas en su afán de empatar, ante la mirada incrédula de la hinchada visitante. Los bombos, que llegaron desde Quito, dejaron de sonar. Los espectadores, vestidos con camisetas amarillas, comenzaron a abandonar el estadio antes de que finalizara el compromiso.
Tras el pitazo final, la música bomba, tradicional de ese sector de Imbabura, comenzó a sonar más fuerte. El ‘viejo Édgar,’ uno de los músicos tradicionales de este ritmo afroecuatoriano, cantó rindiendo homenaje a los jugadores del Chota, que se apuntaron a la parte decisiva del año.
Mientras que para Aucas y sus hinchas, fue un silencioso momento de regreso a la capital.