El Aucas sigue siendo un ídolo en Quito. Juega en Segunda División, pero a sus hinchas no les importa. Ayer, 10 000 fieles fueron a mirarlo y salieron satisfechos y embriagados de triunfo. El equipo goleó 4-0 al Chacarita y es el líder del certamen de Pichincha.
Ayer, tras la contundente goleada, válida por la segunda fecha del torneo de Segunda de Pichincha, muchos hinchas empezaron a ilusionarse con el retorno al profesionalismo. El club quiteño descendió a Segunda en el 2009.
Pero ese gran anhelo, de subir una vez más a la Serie B y posteriormente a la A (la principal categoría), también se alimenta de pequeños sueños que se cumplen semana a semana, cuando juega el club capitalino.
Bladimir Navas, por ejemplo, puede dar fe de esto. Ayer, antes de llegar al estadio y por cuestiones del azar, el fanático auquista de 44 años cumplió un sueño.
Él y su esposa participaron de la caravana que organizó la barra Guardia Oriental. Desde las 09:00, los hinchas del equipo se congregaron en el Colegio Paulo VI y desde ahí avanzaron hasta el estadio de Chillogallo.
Desde inicios de la semana pasada, Navas quiso ser parte de la caravana y mostrar su amor por el equipo. Él es técnico en computación, pero no tiene auto, por lo cual estaba dispuesto a alquilar una camioneta para transportar una bandera de 3 x 2,5 metros que tiene la leyenda: “Los ídolos nunca mueren”.
No pudo alquilar la camioneta y no fue a la concentración en el Paulo VI. Él reside en Solanda y a las 10:00, junto con su esposa Cristina Galárraga, se dirigía al estadio. De pronto vio pasar la caravana oriental con 60 vehículos, incluidos dos chivas y un bus, repletos de hinchas. Entonces desplegó su bandera en la calle y una camioneta paró y su conductor le invitó a subir. Él y su esposa no lo pensaron, se subieron con agilidad y formaron parte de la fiesta.
Su esposa, que era seguidora de El Nacional antes de casarse 20 años atrás, es ahora también una ferviente hincha oriental. Cuando se bajaron de la camioneta ingresaron a la general. Y allí, antes de que el juego comenzara, en la parte sur del estadio, Navas colgó su bandera en las mallas.
Con matracas, banderas, papel picado, los seguidores orientales alentaron ayer a su equipo. También el tradicional “dale A’ dale A…’ fue coreado reiteradamente en el estadio de Chillogallo.
Motivados por la gente, los jugadores dirigidos por Alfredo Encalada atacaron desde el inicio. Fue así que a los 6 minutos, Gustavo Figueroa abrió la goleada.
El ‘Potro’, como le llaman al ariete, recibió un pase de Edmundo Quiñónez y solo tuvo que tocarla para derrotar a Mateo González, guardameta del Chacarita. Los otros tantos los consiguieron Roberto Ordóñez, Diego Quintanilla y Bladimir Cheme, a los 28, 42 y 63 minutos, en su orden.
En el segundo tiempo, los visitantes se quedaron con tres jugadores menos. A los 60 minutos fue expulsado Wilson Villacís. Steven Gualo y Paúl Guevara dejaron la cancha a los 65’.
A pesar de que sus rivales se quedaron con ocho futbolistas, los orientales no aumentaron el marcador. Nadie paró la fiesta de los hinchas auquistas.