El Arsenal venció ayer al Barcelona por 2-1 tras un sensacional encuentro. El equipo inglés remontó en los minutos finales la ventaja adquirida por los visitantes en la primera parte del partido.
El cotejo, correspondiente a la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, se abrió con un gol de David Villa para el Barcelona, mientras que el Arsenal reaccionó con sendos tantos de Robin van Persie y Andréi Arshavin, llevando el delirio a la afición en el Emirates Stadium.
El Barcelona realizó una magnífica primera parte, pero la primera gran ocasión del partido fue para el Arsenal, con un remate de Van Persie que rechazó Víctor Valdés en una gran intervención.
La respuesta del Barcelona no se hizo esperar y Lionel Messi erró una de esas ocasiones que el argentino no suele perdonar. Tuvo un mano a mano ante Szczesny y tiró el balón fuera.
El Barcelona asumió a partir de entonces el mando del partido, imponiendo poco a poco su fútbol de eternas combinaciones. El Arsenal se replegó y buscó peligrosos contraataques, aunque asumió mucho riesgo abusando del fuera de juego.
En una de esas acciones llegó el primer gol del Barcelona. A los 25 minutos, Messi vio el desmarque de Villa y este superó a Szczesny con facilidad. El Arsenal acusó el gol y durante muchos minutos deambuló sobre el campo a medida que Xavi se adueñaba del medio campo.
Pero el equipo inglés despertó con un vertiginoso contraataque que frenó Eric Abidal, cuando Van Persie se aprestaba a rematar con el arco vacío.
El descanso llegó casi sin avisar, después de vivir un entretenido espectáculo durante la primera parte. La segunda mitad tuvo algo menos de ritmo, pero la emoción fue en aumento con el paso de los minutos.
No se sabe si el Barcelona se replegó por cansancio o por decisión propia, pero lo cierto es que el Arsenal dominó.
El equipo español vivía relativamente bien gracias al magisterio impuesto por Sergio Busquets, pero le faltaba pisar el área del Arsenal, cosa que sí había hecho en la primera parte.
Arsene Wenger, el técnico local, movió piezas con las entradas de Arshavin y Bendtner. Fue una decisión llena de beneficios para su equipo, que volteó un partido que transcurría con cierta comodidad para el Barcelona.
A los 77 minutos, Van Persie rompió la línea del fuera de juego y se acercó al fondo. Valdés le concedió el palo y el holandés tiró en vez de centrar, encontrando la red ante la sorpresa general. Y seis minutos después, el Arsenal diseñó un sensacional contraataque en el que Nasri cedió para que Arshavin disparase con mucha calidad, volteando el marcador.
Así concluyó un partido magnífico dentro de una eliminatoria que todavía está por decidirse. El Barcelona de Guardiola sigue sin ganar un partido fuera de casa en Liga de Campeones