Lionel Messi estimó ayer en Pretoria, Sudáfrica, al término del entrenamiento de Argentina a puertas abiertas, que “jugador por jugador, no hay una mejor selección que la nuestra”.
“Esta selección no me tiene a mí solo”, apuntó el atacante del Barcelona, considerado el mejor futbolista del planeta y del que se espera casi todo en Argentina para apuntar el sueño del tercer cetro mundial, después de los conseguidos en 1978 y 1986.
De hecho, Messi piensa que es favorable para Argentina llegar al torneo sin todos los focos encima, esos que están puestos en España y Brasil, los principales candidatos según los expertos.
“Los candidatos son otros, pero la Argentina va en silencio y eso es bueno”, dijo Messi al término de la práctica vespertina de la Selección albiceleste, que hizo fútbol informal entre dos equipos y cuya principal nota fue la salida anticipada de Diego Milito, con un leve esguince en el tobillo derecho.
“Nos llevamos muy bien, hay muy buena onda dentro del equipo”, destacó Messi.
Para ello, el plantel trabaja duro todos los días, como explicaron varios de los jugadores.
Ganador de todos los títulos a escala de clubes y premios individuales, Messi sabe que “ganar la Copa del Mundo de Sudáfrica no se compara con nada”, pero advirtió que para lograrlo “es cosa de un grupo”.