Roberto Alarcón realiza ejercicios físicos. Abajo (der.), Byron Romero participa con sus compañeros, en una práctica en Guayaquil. Fotos: cortesía árbitros de primera categoría
En la Asociación Ecuatoriana de Árbitros de Fútbol (Aedaf) esperan una confirmación de las autoridades nacionales, para reunir a todos los jueces de Primera Categoría –a manera de concentración- antes del reinicio de la LigaPro.
En Guayaquil, los árbitros utilizan las canchas alternas del estadio Christian Benítez, en el complejo de Samanes. Las jornadas matutinas se extienden durante dos horas, en las que se realizan trabajos de velocidad y resistencia.
Juan Carlos Albarracín, preparador físico nacional de los árbitros, reconoció que el confinamiento perjudicó a los colegiados, especialmente a los que dirigen en las series A y B. “Se entrenaban en terreno duro, lo que generó algunas contracturas musculares”, dijo.
El profesional supervisa el trabajo de los 76 jueces de la Primera Categoría, a través de plataformas digitales. Durante el confinamiento, tuvieron capacitaciones internacionales, la última fue este 5 de julio, sobre las nuevas reglas aprobadas por la IFAB.
“Aprovechamos este mal momento para fortalecer aspectos teóricos y técnicos, con capacitaciones y supervisión internacional. Todo eso se está poniendo en práctica, ahora en la cancha”, dijo Albarracín.
Joffre Paredes, de la Comisión Nacional de Arbitraje de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), contó que el organismo gestionó el préstamo de canchas en las 13 provincias donde hay árbitros de Primera, además de la adquisición de implementos de bioseguridad.
“Todos los jueces de Primera se hicieron las pruebas de covid-19, conforme al protocolo presentado, que es similar al de la LigaPro. Gestionamos el tema de canchas para que se puedan entrenar”, contó.
114 personas, entre árbitros e instructores y preparadores físicos, se sometieron a las pruebas, a inicios de junio y solo se dieron tres casos positivos, que fueron aislados. Ellos ya se sometieron a una contraprueba y para esta tarde está previsto conocer los resultados.
Debido a las condiciones de la emergencia, la Comisión de la Ecuafútbol tomará otras precauciones antes de los partidos. Desde el 29 de julio se designará a un árbitro suplente en cada provincia donde habrá partidos, antes había solo uno para toda la jornada.
Los árbitros se someterán a pruebas de covid-19 un día antes de cada encuentro. “En caso de que haya algún caso, el suplente debe estar cerca y puede reemplazar a un centro o línea”, dijo Paredes.
La LigaPro asumirá los costos de las pruebas a los jueces. Así mismo, el organismo de clubes costeará los traslados para los partidos, según las negociaciones con la Aedaf.
Luis Muentes, principal del gremio arbitral, reconoce que ahora hay tranquilidad en los jueces, tras conocer la fecha tentativa para el regreso a las competencias, que será el 29 de julio. Ellos estaban preocupados por la inactividad y la falta de ingresos.
“Mientras no se juegue, no ganamos dinero. Es triste decirlo, pero los árbitros hemos estado sobreviviendo. Si no se reanuda, moriremos”, dijo Muentes, respecto a la paralización de cuatro meses de las actividades deportivas.
El dirigente tuvo reuniones durante las últimas semanas, para coordinar el regreso a los entrenamientos de los árbitros de la Segunda Categoría y la Superliga Femenina, torneos organizados por la FEF y que están previstas sus inauguraciones para agosto.
La Federación, a través del protocolo de bioseguridad, habilitó a 489 personas ligadas al arbitraje para la Segunda categoría y a 80 para la Superliga femenina. Están considerados los árbitros, asesores técnicos, preparadores físicos y directores provinciales.
Paredes reconoció que debido a que un árbitro de estas categorías percibe menos dinero que los de Primera, la FEF se encargará de todos los gastos de exámenes precompetitivos, pruebas durante los campeonatos y los traslados.
“Esperamos en esta semana se pueda concretar la toma de pruebas para estos árbitros, y que puedan volver a entrenarse en la cancha”, contó el funcionario de la FEF, que confía mantener un bajo margen de contagios entre los árbitros.
Mientras tanto, los jueces seguirán entrenándose en sus provincias y en grupos.