El título de la Premier League que conquistó el Chelsea es el fruto de la gran revolución vivida por el equipo desde que llegó el técnico italiano Carlo Ancelotti. Su éxito ha hecho que el idolatrado portugués José Mourinho, que dejó el club en el 2007, comparta su pedestal en el santuario azul.
Mourinho, actualmente entrenador del Inter de Milán, fue el último DT en llevar a los londinenses a lo más alto, con los títulos del 2005 y el 2006. Desde entonces, quien reinó en Inglaterra fue el Manchester United, campeón entre el 2007 y el 2009 .Desde el adiós de Mourinho, el club había tenido, sin éxito, tres entrenadores: el israelí Avram Grant, el brasileño Luiz Felipe Scolari y el holandés Guus Hiddink.
Los Blues, que sumaron su cuarta corona inglesa, están además ante una oportunidad de oro para conseguir el doblete, ya que disputarán la final de la prestigiosa y antigua Copa el 15 de mayo ante el Portsmouth, colista de la Premier League y descendido a la Segunda categoría.
En caso de conseguirlo, Ancelotti se convertiría en el primer entrenador en obtener los dos trofeos en su primera temporada en el fútbol inglés.
En un primer momento, se temía su falta de experiencia fuera de Italia. Esas dudas se incrementaron a lo largo de esta temporada, sobre todo cuando el Inter de Mourinho eliminó al equipo Chelsea en los octavos de la Liga de Campeones, lo que provocó, incluso, que el portugués ironizara sobre su pasado.
“Desde que estuve allí (en el Chelsea) he ganado cosas importantes. Y el Chelsea también ha ganado alguna cosa, como la Copa de Inglaterra”, dijo, irónico.
Con el título de la Premier League, Ancelotti puede permitirse una sonrisa de complacencia, fiel a su discreción y prudencia.
Para los que temían un Chelsea defensivo al estilo italiano, este campeonato supone una sorpresa, ya que el equipo ha marcado 139 goles en todas las competiciones, 103 de ellos en Premier League, lo que le permite superar el récord de 97 del Manchester United del 2000.
El espectáculo ha llegado a Stamford Bridge, con un equipo que no se oculta, que busca la posesión del balón y que cuenta con un bloque ofensivo más eficaz incluso que el del Manchester United, afectado por la marcha en la pretemporada de su estrella portuguesa Cristiano Ronaldo.
Durante los años de Mourinho, casi con los mismos jugadores, la estrategia apostaba por una combinación de ataque y defensa. Ancelotti ha sido un poco más valiente, pasando a un esquema 4-3-3.
Los “hijos espirituales” de Mourinho, Frank Lampard y Didier Drogba, no tienen motivo para quejarse en esta nueva etapa: nunca habían marcado tanto. Gracias a esa libertad ofensiva, son campeones de nuevo.