Los amorfinos se han puesto de moda en el Astillero gracias a las ocurrencias del burgomaestre local. ¡Un buen pretexto para inventar algunos versos sobre Gustavo Costas! Por favor, imaginen la guitarra y el machete:
Los barcelonistas se despiden
de Gustavo el valiente,
el mismo que le metió 5 al Emelec…
¡pero que aguantó 5 de Independiente!
El gozo de alcanzar la estrella 14
será la gesta más inolvidable
aunque no ganar en la Casa Blanca
será su deuda más cuestionable.
El 2012 fue todo de victoria y heroísmo,
pero en el 2013 se vino la decadencia
que se inició con una floja pretemporada
y que acabó con derrotas de indecencia
Las urgencias de Don Dinero
dejaron al equipo sin el Kitu ni Narciso,
y sin los goles de Nahuelpan
a Gustavo todo se le fue al piso.
Los resultados son el verdugo del técnico
y, aunque hacia Gustavo hay gratitud,
haber perdido con el humilde Mineros
fue para el ídolo tragedia de gran magnitud.
Adiós a Gustavo Costas, el gran entrenador,
él le dio a Barcelona mucha alegría
pero también es verdad que ayudó…
¡el equipo que le dio armando Zubeldía!