Al menos seis heridos, uno de ellos en estado gravísimo al parecer tras recibir un balazo en el pecho, dejaron como saldo los choque entre hinchas de Fiorentina y Napoli en las adyacencias del Estadio Olímpico, dos horas antes de la final de la Copa Italia.
El despliegue de 1 500 policías no logró hoy, sábado 3 de mayo de 2014, impedir lo que se temía por la vieja rivalidad entre “ultras” de ambos equipos, con el prólogo de un violento choque entre facciones rivales en un autoservicio de Rieti, en la autopista que conduce a Roma.
El “tifoso” del Napoli herido gravemente, igual que un colega suyo que se dirigía en grupo al estadio y que también recibió un balazo en una mano, fueron auxiliados de inmediato por una ambulancia que los transladó al cercano hospital Villa San Pietro, donde quedaron internados en “código rojo”.
La policía intenta identificar al autor de los disparos, mientras que desde el “118”, un servicio público de intervención médica urgente, no descartaban que las personas hayan podido ser heridas no por un arma de fuego sino por una “bomba carta” que, al estallar, libera clavos capaces de causar graves daños.
En la avenida Tor di Quinto, donde se registraron los choques más violentos entre “tifosi” rivales,, un agente de policía resultó herido en una mano por el estallido de un petardo y debió ser internado con urgencia en el hospital San Camilo.
Herido gravemente también un peatón que no se dirigía al estadio y que quedó casualmente involucrado en la riña: fue agredido violentamente y, tras quedar desvanecido sobre la vereda, fue internado en el hospital Gemelli con un traumatismo de cráneo y fracturas en las piernas. El balance provisorio es por demás desalentador y alarmante considerando las medidas de seguridad que se adoptaron en torno a esta final previa a la cual los planteles visitaron al Papa Francisco, quien había augurado que “la fiesta sea en paz”.