José Mourinho cumplió con la promesa que realizó cuando asumió el cargo del Real Madrid en el inicio de la temporada 2009-2010: ser campeón de las principales y poderosas ligas europeas: la inglesa, portuguesa e italiana. Ahora, a su palmarés, se añadió la española.
El entrenador portugués, resistido por muchos y amado por otros, se ganó el título con méritos. Su equipo sumó 94 puntos con 30 victorias en 36 cotejos, cuatro empates y dos derrotas. Pero lo más importante, supo vencer al Barcelona, su eterno rival.
Ganar el campeonato sin imponerse al equipo culé hubiera terminado siendo una piedra en el zapato para Mourinho, sus pupilos y los hinchas del Madrid. Ese triunfo 2-1 en el Camp Nou bastó para demostrar que realmente en esta temporada el Madrid estaba por encima de Josep Guardiola y de sus muchachos.
Este título también confirma que en la cancha mandan los resultados, más que la estética futbolera. Quizá el Real Madrid se quedó fuera de la final de la Liga de Campeones, pero tiene la satisfacción de ser el nuevo monarca de España. Mientras que el Barcelona, que también dijo adiós de la Champions en las semifinales, tendrá que conformarse con pelear por el título de la Copa del Rey, un torneo de menor cuantía que el liguero.
De esta manera, Mourinho se unió al récord del austríaco Ernst Happel y el italiano Giovanni Trapattoni en haber ganado cuatro ligas en cuatro países.
Antes de su aventura en el Real Madrid, ‘Mou’ había ganado dos ligas portuguesas con el Oporto, dos Premier Leagues inglesas con el Chelsea y dos ‘Scudettos’ italianos con el Inter de Milán. Ese impresionante palmarés cuenta desde ahora con una Liga española, un balance espectacular a sus 49 años.
Antes que él, el austríaco Ernst Happel había logrado una hazaña similar con los títulos nacionales de Holanda, Bélgica, Alemania y Austria, mientras que el italiano Trapattoni lo consiguió en clubes de las ligas de Italia, Alemania, Portugal y Austria.
La satisfacción de la victoria también alcanzó a los jugadores. El Real Madrid dejó de llamarse equipo ‘Galáctico’ para convertirse simplemente en el de las grandes estrellas. Con Florentino Pérez a la cabeza del club como su presidente, se invirtió cerca de USD 500 millones.
Desde el 2010, el Madrid se reforzó con figuras como Ángel di María, Mesut Özil, Sergio Canales, Sami Khedira, Ricardo Carvalho y José Callejón.
El engranaje del equipo empezó a sentirse con el paso de los partidos. Mourinho plasmaba su estilo y se convertía en un cuadro arrollador, de juego vertical y apoyado en el talento individual.
Quien más disfrutó del triunfo de ayer 3-0 sobre el Atlético de Bilbao y que derivó en el campeonato, fue Cristiano Ronaldo. Fue un desahogo para el luso, que logró su primer título en España. Antes, desde que llegó en el inicio de la temporada 2009-2010, siempre jugó a la sombra del astro argentino Lionel Messi. Hoy, por fin saborea las mieles del éxito y la fama que se ganó con sus goles y desafiantes festejos.
Así fue el cierre de la aplastante temporada del Madrid, que celebró con algarabía, que concretó el sueño de Pérez de arrebatarle la corona al Barcelona y de ganar la estrella 32 con luz propia.