Usted es un hombre exitoso. ¿Cuál ha sido su clave para triunfar?
México es un lugar muy complicado para triunfar. Hay que ser profesional, disciplinado, honesto. Todos los días me levantaba deseando y esperando ser el mejor. Vivía a dos horas del lugar de entrenamiento, llegaba 30 minutos antes y me iba una hora y media después.
¿Cómo debe manejarse un futbolista?El fútbol es bonito pero a veces la fama enceguece. Siempre es necesario que alguien te pueda redireccionar y ayudar en los momentos difíciles.
En su familia siempre se respiró fútbol.¿Cómo transformaron ese gusto por una carrera profesional?
Es simpático. En nuestra familia jugamos cuatro: Marcelo jugó, Juan Francisco sigue activo, Fernando también llegó a la reserva del Deportivo Quito y yo. Todos estuvimos encaminados a lo mismo, no porque nos presionaran, sino porque nos gustó.
¿Cómo combinaba sus estudios y el fútbol?
Era muy complicado. Primero empecé estudiando en La Tola. Íbamos y regresábamos caminando, porque no teníamos auto, luego nos cambiaron al Borja 2, gracias al duro trabajo de mi papá. Ahí estudié hasta quinto curso. Cuando estaba en tercero y cuarto ya estaba en el Deportivo Quito y se me complicó el tiempo. Tuve que salir del colegio porque vino la etapa de la Selección donde viajaba mucho y entré a la secundaria pero nocturna.
¿Se preocupó de complementar su preparación?Sí, luego estudié Mercadotecnia y francés cuando estuve en Liga. Además, estudié inglés en México. Hay que aprovechar el tiempo porque este te cobra después a la vejez.
¿Cómo fue su paso por Deportivo Quito?
Soy hincha del Quito desde siempre, desde que tengo uso de razón. El deseo de jugar en el club fue grande así como el cariño por los colores, pero los anteriores. Los actuales no me gustan, no estoy de acuerdo con la camiseta negra.
¿México será de algún modo su segundo amor en su carrera futbolística? Recuérdenos cómo se enroló en el Necaxa…
En 1989, cuando jugamos la Libertadores, vinieron representantes del fútbol mexicano. Me vieron, nos reunimos, conversamos y prácticamente se cerró la negociación con mi palabra para ir a México.
En ese entonces, el horizonte futbolístico de Ecuador aún era limitado…
Aparte no teníamos historia. Cuando se decía vamos a contratar un jugador ecuatoriano era como ir en esta época por un haitiano, sin faltar al respeto.
¿Y su paso por Liga?Fue una etapa linda, a pesar de que mucha gente del Deportivo Quito pueda estar triste, molesta, decepcionada. Siempre que vengo están pendientes de lo que hago, cosa que no sucede con Deportivo Quito.
¿Qué le deja al deporte ecuatoriano?
Tengo mi escuela de fútbol, sigo mejorando para ser un mejor director técnico. Uno de mis sueños es llegar a ser el DT de la selección del Ecuador.
¿Aún no llega su tiempo?
Para mí no es una utopía, es un deseo, me estoy preparando para ello. La decisión no está en mí, en la actualidad. Ahora tengo que esperar que las cosas se den y estar preparado para cuando esto suceda.
¿Cómo ve a la Selección y al fútbol ecuatoriano?
Ecuador es el país que tiene la mayor proyección de futbolistas. Ecuador y Colombia están sembrando talentos, todavía hay que mejorar las capacidades a escala juvenil, pero hay talentos deberán ser aprovechados.
En lo personal, ¿qué le dejó el fútbol?
Primero amigos, el respeto de todos, el cariño de la gran mayoría de la gente, el respeto para la profesión, las hinchadas.
¿Qué le dejó en lo económico?
Económicamente siempre se tiene momentos buenos y malos. Lo importante es que siempre debes ir hacia arriba.
¿Cómo ve al país en lo político, económico y social?
Hay un desbalance, siempre se está hablando de que si el Presidente de Venezuela está muy metido en las decisiones de Ecuador, si las decisiones son correctas, que si el Presidente es populista más que un estadista. No es fácil con tantos cambios en la Constitución y las leyes. Lo único que nos queda es ser respetuosos, pero también analizar y valorar las cosas con más profundidad.
¿Algún día le gustaría entrar en política activa?
No me gusta la política, porque es sucia, tienes que estar siempre tratando de quedar bien con todos y mi política no es esa.
Frente a los problemas de violencia, ¿cómo lograr paz y desarrollo?
Veo en México mucho dolor, se afecta sobre todo a la comunidad. Pienso que si hay igualdad es bueno, pero hacia arriba y no hacia abajo, no queremos ser pobres todos.
De la experiencia de violencia en México, ¿Qué le dice al Ecuador?
Que procuremos vivir en armonía. Respetémonos porque ahí se puede encontrar la legalidad y la paz. Busquemos que nuestro país sea un lugar de paz donde se pueda dialogar.