La decisión de un entrenador de prescindir de un jugador extranjero puede generar dolores de cabeza en el club. Cuando el plantel rompe el contrato vigente de uno de sus foráneos tiene que pagar una indemnización. Pero también debe contratar a su reemplazo y cancelarle los montos de su sueldo, transferencia, vivienda y otros gastos adicionales.
Entre enero y agosto de este año, nueve clubes de la Serie A se desprendieron de 22 extranjeros (ver recuadros). En algunos casos, estos jugadores simplemente cumplieron el tiempo de sus contratos que coincidió con el fin de la primera etapa del Campeonato y otros llegaron a acuerdos Pero otros, asesorados por sus empresarios, exigieron las indemnizaciones.
Barcelona y Macará realizaron más cambios. El ‘Ídolo’ transfirió a Damián Díaz y a Ariel Nahuelpan, mientras que por bajo rendimiento no siguieron Gonzalo Castillejos y Nicolás Olmedo (ver recuadro). Macará prescindió de los uruguayos Waldemar Acosta, Danilo Azconeguy, el paraguayo Arnaldo Vera y el argentino Favio Segovia.
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Este último realizó la pretemporada con el ‘Ídolo de Ambato’ a inicios de año y tenía contrato hasta diciembre. Pero los dirigentes llegaron a un trato: el mediocampista retornó a Banfield y Macará se libró de pagar la indemnización.
Sin embargo, los otros tres sí cobraron la compensación por la ruptura anticipada de sus contratos. El monto que se canceló individualmente a ellos varió entre USD 50 000 y USD 70 000. Esto pese a que a Acosta encontró espacio en el River Plate (Guayaquil) y Vera en el Técnico Universitario (ambos, equipos de la Serie B).
El monto de la indemnización varía de acuerdo al contrato y al sueldo del futbolista.
Acosta se unió al cuadro ambateño a inicios de año tras su desvinculación de Deportivo Quito. En 16 partidos con Macará hizo cuatro tantos esta temporada.
Además, Macará sufrió una pérdida de USD 300 000 con el cambio de extranjeros. Esto porque los nuevos llegaron con sueldos más altos, reveló Héctor Salazar, gerente del plantel.
En Liga de Quito también se sintieron los gastos. “Los dirigentes hemos empeñado nuestras firmas para poder traer a nuevos jugadores”, dijo Esteban Paz, antes de viajar al exterior por vacaciones.
En LDU, el argentino Pablo Vitti cumplió su contrato en julio y se marchó. El uruguayo Federico Puppo tenía un contrato de más tiempo. Por esto, el club buscó un acuerdo con él (quien hizo dos goles en 13 partidos esta temporada). Así, la ‘U’ no pagó la indemnización, según Santiago Jácome, gerente deportivo.
Para cubrir sus puestos, la ‘U’ fichó al argentino Gustavo Bou y al paraguayo Julián Benítez por un año (hasta julio del 2014). El club también incorporó al ecuatoriano Jaime Ayoví. Los albos no dan cifras sobre las transferencias, pero trascendió que por estos fichajes invirtieron más de USD 1 millón.
Eso sí, Jácome reconoce que la llegada de otros foráneos genera gastos adicionales al plantel.
Con el propósito de evitar un mal fichaje, algunos clubes tienen una fórmula: establecen un contrato a préstamo que incluye la posibilidad de adquirir los derechos del jugador luego de un tiempo.
Esta es una tendencia que toma fuerza a escala mundial, según un informe del Sistema en Línea de Transferencias de la FIFA, entregado a este Diario.
Este indica que en el último año, el 70% de los fichajes internacionales (8 170) involucró a jugadores sin contrato; el 12% de fichajes (1375) fue por contrataciones a préstamo; el 10% (1146) significó una indemnización a un club y el 8% (921) constituyó el regreso de un jugador a su antiguo equipo.
En el país, la apuesta por un contrato a préstamo puede resultar negativa. Pero también positiva como en el Quito y Católica. Los chullas invirtieron una cifra superior a USD 750 000 por el fichaje de Fabián Carini, Robert Flores y Federico Nieto, goleador del torneo.
Influencia de empresarios
Para realizar estos fichajes, los directivos cuentan con contactos de empresarios en otros países. Además, los presidentes de los clubes reciben constantemente (sobre todo en enero y julio) correos electrónicos con hojas de vida de jugadores. En el Quito, por ejemplo, Fernando Mantilla tiene amigos entrenadores en Argentina con quienes intercambia criterios.
Eso sí, estos fichajes se realizan de acuerdo a los pedidos del DT. En Macará. El DT Armando Osma pidió el fichaje de Sánchez y Laso. Barcelona ha pasado apuros con las contrataciones de los futbolistas en los últimos años. En esta última etapa, el argentino Damián Díaz resultó un acierto de la dirigencia.