El uruguayo Tabaré Silva salió del edificio en el que vive, en el norte de Quito, la madrugada del 18 de mayo del 2016 tras la réplica de 6.8 grados en la escala de Richter reportada a las 02:57. La mayoría de sus vecinos también dejaron los departamentos como una medida de prevención.
El entrenador del Aucas, quien llegó a Quito el 7 de mayo para reemplazar al argentino Carlos Ischia, no había experimentado una situación así anteriormente. Como jugador militó en clubes de su país y de España (Sevilla, Levante, Elche).
Más adelante, como técnico, trabajó en equipos de Uruguay, Bolivia, Perú y Ecuador (Deportivo Quito a inicios del 2015). En ninguno de esos países el movimiento de la tierra lo despertó de madrugada. “La primera vez. Por eso también nos generó el miedo de no haberlo experimentado nunca, ni en Europa ni en nuestro país (Uruguay)…”.
El golero argentino Hernán Galíndez quiso salir, pero al final no lo hizo. Él vive en un quinto piso y contó que en su residencia se sintió fuerte el movimiento telúrico. “Cuando se empezó a mover y nos preparábamos para salir a la calle ya había terminado y entonces no tuvimos tiempo de correr durante el sismo”.
El cancerbero de la Universidad Católica recordó que la réplica de las 11:46 ocurrió justo cuando con sus compañeros de equipo conversaban de lo ocurrido unas horas antes en la madrugada. Cuando el suelo dejó de moverse, los jugadores acudieron al vestidor para llamar desde sus teléfonos celulares a sus familiares y cerciorarse que todos estuvieran bien.
Ese temblor ocurrió cerca de la hora de entrenamiento. Lo sintieron también futbolistas de otros clubes como Independiente del Valle, El Nacional, Aucas y otros. En el sitio de concentración de los puros criollos los deportistas se encontraban en el camerino y algunos de ellos salieron al patio como una medida de precaución. Ni las risas ni las bromas podían ocultar del todo la visible preocupación que algunos de ellos experimentaron en Tumbaco.
En otro sector de la ciudad, el golero Sebastián Blázquez recordó que en el renovado estadio del Aucas ya habían terminado de ejercitarse cuando ocurrió la réplica del mediodía. “Un pequeño susto, pero lo vivimos con tranquilidad”.