Imagen referencial de Carlos Orbe (centro), árbitro ecuatoriano. Foto: EL COMERCIO
Juan Carlos Albarracín cumplirá su segundo fin de semana sin actuar en el fútbol ecuatoriano. El árbitro quiteño, de 32 años, fue amonestado con tres partidos de suspensión por su mala actuación en el clásico del Astillero, hace dos semanas, en Guayaquil.
Para aliviar la tensión se ha dedicado a trotar y a ejercitarse. Mira partidos de fútbol y las actuaciones de sus compañeros. Trabaja físicamente junto a Roddy Zambrano, Diego Lara, Vinicio Espinel, Carlos Orbe… Ellos le han dado ánimos para sobrellevar el castigo.
Una de las recomendaciones en los talleres arbitrales, al inicio de año, es hacer una revisión técnica de las actuaciones. Así lo hace Zambrano. Él se apoya en sus compañeros, después de cada juego, para corregir los errores.
El apoyo entre los árbitros es mutuo. Cada lunes, en las instalaciones de la Asociación de Pichincha, en el norte de Quito, se reúnen a mirar los videos de las partidos. Allí se analizan errores y aciertos y las decisiones tomadas en cada jugada.
Así procedieron, por ejemplo, después del partido en el Capwell. Allí, Albarracín, de la Asociación de Árbitros de Pichincha, no sancionó un penal para Barcelona Sporting Club y fue criticado. Recibió una calificación baja (5,5) por su actuación.
La polémica acción ocurrió en el primer tiempo en el estadio Capwell. Cuando amarillos y azules fueron a los camerinos, la terna de árbitros confirmó el error de Albarracín. Revisaron la repetición de la jugada una y otra vez, a través de videos que habían sido subidos a las redes sociales.
Los directivos del gremio arbitral, liderado por Luis Muentes, acudieron a las unidades móviles de la televisora que transmitió el juego y comprobaron el fallo. La conclusión fue: sí hubo error y no se pitó el penal a favor de Barcelona Sporting Club. “No es justo que todo el mundo vea las polémicas acciones segundos después, a través de la televisión. Todos ven la repetición, menos el árbitro. Es necesario que el uso del video ayude a los árbitros durante los partidos de fútbol”, dice Marco Muzo, presidente de los árbitros de Pichincha.
El exasistente de línea agrega que el número de cámaras de TV (entre 8, 10 y hasta 12) en las transmisiones y la continua repetición de acciones discutidas están dejando en evidencia los errores de los árbitros.
Carlos Orbe, de la Asociación de Árbitros de Pichincha, dirigió un partido en la final colegial en el Atahualpa. Marco Muzo, Roddy Zambrano y Diego Lara, en un entrenamiento arbitral en Quito. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Esto obliga a los réferis a asumir los errores y a convivir con la tecnología. Hay árbitros que en los tiempos de descanso de los cotejos y al final de los mismos usan sus celulares y dispositivos electrónicos para mirar las acciones polémicas.
“Siempre tratamos de mejorar, pero nos critican por errores humanos. Ojalá que la tecnología nos permita cometer la menor cantidad de errores”, reconoce el árbitro Diego Lara.
José Mosquera, de la Comisión de Arbitraje de la FEF, reconoce que han aumentado los reclamos de los dirigentes. Sin embargo, explica que cada año se realiza una inversión en la capacitación, para que mejoren su desempeño. Este año gastarán USD 20 000.
¿Es necesario que se permita el uso del video en los partidos de fútbol? Pedro Peña, de la FEF, explica que la semana pasada Gianni Infantino, presidente de la FIFA, anunció que en el Mundial 2018 se usará el video en el fútbol.