Ultimamente todos los uruguayos hablan de Luis Suárez, de su rebeldía casi incontrolable en los campos de juego y de los goles con la selección. Pero todavía no se apagó el fervor que generó Diego Forlán, el último ídolo futbolístico del país.
Forlán, que hoy juega en el Cerezo Osaka de la segunda división de Japón, anunció el miércoles en una conferencia en Tokio retransmitida en Montevideo su decisión de retirarse del combinado “charrúa” y dio lugar hoy a una catarata de reconocimientos en Uruguay. “Diego es leyenda”, tituló el rotativo “El País”, uno de los de mayor circulación de Uruguay.
“Se retira un símbolo” tras un “ciclo brillante” con la selección, añadió El Observador, pese a que el delantero llevaba tiempo sin ser convocado al equipo. En las redes sociales, muchos aficionados elogiaron al futbolista. “Fuiste, sos y serás reconocido como un gran jugador que también aportó a la selección uruguaya”, escribió uno que se identificó como Daniel.
Forlán, de 35 años, es respetado no sólo por su categoría como jugador sino por la participación en obras benéficas y un gran profesionalismo. Ha sido durante su carrera una suerte de embajador itinerante de un pequeño país sudamericano de poco más de tres millones de habitantes amantes del fútbol.
Su anuncio carece de implicancias concretas ya que no estaba siendo convocado últimamente por el técnico Oscar Tabárez, mientras se procesa la renovación de un plantel en el que Forlán alternó la capitanía con el experimentado defensa Diego Lugano. Nicolás Lodeiro o Gastón Ramírez, más jóvenes, se perfilan como herederos de la camiseta número 10 de los “charrúas”.
Forlán debutó con la selección en marzo de 2002 y su último partido fue en junio de 2014 ante Colombia por los octavos de final de la Copa del Mundo de Brasil. Fueron 112 encuentros oficiales y un único título, la Copa América de 2011. “Sé que es un momento oportuno para retirarme de la selección.
Se vienen cosas importantes como la Copa América y las eliminatorias para el Mundial, y es importante dar un paso al costado en favor del cambio geracional”, explicó el delantero en la conferencia. Con Forlán en la selección, los aficionados uruguayos disfrutaron de los logros más recientes de Uruguay, como el cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica de 2010 y el título de campeón de la Copa América de 2011.
“El Mundial de Sudáfrica es uno de los recuerdos más lindos que tengo del fútbol”, destacó al anunciar su alejamiento del combinado. “Fui un privilegiado de disfrutar de tantos años y tantos logros con la selección”, añadió. Forlán militó en Independiente de Argentina, Manchester United de Inglaterra, Villarreal y Atlético de Madrid de España, e Inter de Italia e Internacional de Brasil, antes de pasar al fútbol nipón.
Curiosamente, hasta ahora no integró clubes uruguayos, aunque no descarta terminar su carrera en el popular Peñarol de Montevideo. Jugó tres Mundiales y tres Copas América. El clímax lo alcanzó en Sudáfrica 2010, cuando fue elegido por la FIFA como el mejor del torneo. Así afianzó todavía más su condición de ídolo; por años, hasta que Suárez -hoy jugador del poderoso Barcelona de España- empezó a brillar, la camiseta número 10 fue la más vendida entre los fanáticos uruguayos