Santiago Jácome: ‘La nueva generación de Liga debe acostumbrarse a ganar las finales, no solo a jugarlas’

Santiago Jácome, gerente deportivo de Liga de Quito, durante un entrenamiento del conjunto albo en el complejo de Pomasqui. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Santiago Jácome, gerente deportivo de Liga de Quito, durante un entrenamiento del conjunto albo en el complejo de Pomasqui. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Santiago Jácome, gerente deportivo de Liga de Quito, durante un entrenamiento del conjunto albo en el complejo de Pomasqui. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Santiago Jácome pasó de la cancha a las oficinas de Liga Deportiva Universitaria. Como defensa de la ‘U’, alcanzó los títulos de la Serie A de 1998, 1999, 2003, 2005 y 2007 y el de la Serie B del 2001. Como gerente deportivo, festejó las coronas locales del 2010 y del 2018 y la Copa Libertadores 2008, la Sudamericana 2009 y las dos Recopas (2009 y 2010).

Con esos trofeos, es uno de los albos más ganadores en la historia de LDU que están aún vinculados al plantel.

Jácome, de 35 años, se encarga de coordinar vuelos, reservar boletos e, incluso, resolver problemas personales de los albos. Se siente identificado totalmente con el plantel en el que estuvo toda su carrera como jugador, salvo en 1993 cuando fue a Universidad Católica.

A puertas de una nueva final (por el título de la LigaPro ante Delfín SC, el domingo 15 de diciembre, en el Jocay), ‘El León Blanco’ dice que las finales hay que ganarlas y cuenta sus vivencias en el plantel.

¿Cuáles son las finales que más recuerda con Liga?
Esta sería la final número 13 que aspiro a ganar en Liga. Estuve en cinco como jugador y siete como dirigente. Cuando a uno le toca vivir estas instancias, tiene muchos recuerdos. Son momentos emocionantes. También me ha tocado perder. Lo que uno busca es repetir esa euforia y alegría, de disfrutar y abrazarnos con un título más. No será fácil porque Delfín es un rival muy fuerte como lo demostró a lo largo de año y en los enfrentamientos que tuvimos. Ojala Liga pueda tener capacidad para dar una alegría a nuestra gente y festejar el fin del año con una vuelta olímpica.

¿Cuál es la final que más celebró?
Como jugador, la primera fue especial. Como jugador fue en la Casa Blanca, en nuestro estadio, ante Emelec y con un marcador (7-0), en 1998, que difícilmente se podrá volver a repetir. Después, la Copa Libertadores es la final que quedará como la más grande. Los jóvenes, la nueva generación de Liga se acostumbren que ver que Liga no solo llega a las finales.

¿Cuáles son las finales que perdió?
Nos tocó perder el Mundial de Clubes, la Suruga Bank, la Sudamericana ante la U de Chile y la final del 2015 ante Emelec. Como jugador tuve la suerte de ganar todas las finales que gané. Pero mientras esté en nuestras manos el poder ganar haremos todo lo posible. Hay muchas horas de dedicación alrededor de esto.

Antes de una final, ¿los jugadores pueden conciliar el sueño y descansar?
Cada jugador lo vive de diferente manera. Pero los partidos se los empieza a jugar antes, el día anterior. Uno empieza a pensar y a imaginarse el juego. La familia, los comentarios de la prensa lo van enchufando en la final. Lo más lindo es saltar a la cancha con estadio lleno. Eso es lo que necesitamos: el apoyo de la gente. Ojalá, la nueva generación de Liga se acostumbre a ver que las finales no solo se las juega, si no que se las gana”.

¿Qué hace el equipo el día previo al partido en la concentración?
El día previo hay la charla técnica, el análisis del rival. Más allá de que tienen la libertad de estar en sus habitaciones, empiezan a hablar de cómo juega el rival. Eso ayuda al enfrentamiento.

¿Se bañó usted en la pileta de la América para celebrar un título?
Sí. Es algo que no debemos dejarlo pasar, no solo porque es una tradición, si no porque es un momento para disfrutar con la gente. Esa ha sido una de las satisfacciones y alegrías más grandes que me he llevado de las vueltas olímpicas.

El equipo actual de Liga tiene más experiencia y trayectoria en finales. ¿Es una ventaja clave para la final?
Tenemos un año más de rodaje. El año pasado volvimos a ganar después de ocho años. Hoy, esa base de jugadores se ha reforzado y se ha consolidado. Tenemos dos años y medio de trabajo con el mismo cuerpo técnico, con el mismo equipo. Creo que el equipo está más maduro. La presencia de Antonio (Valencia) le ha dado aplomo y un nivel que lo necesitábamos, un respaldo que necesitaba el equipo. Ha ayudado a crecer a los jóvenes: a los hermanos Julio, de los arqueros, de Jordy Alcívar, que siempre buscan un referente. Llegamos en un nivel inmejorable.

¿Quién da el grito de guerra de Liga antes del partido?

Siempre lo ha hecho un referente del cuerpo médico. Ante fue Jaime Flores. Ahora, lo hace Fernando Iza. Y los jugadores referentes también hablan. Ahora, siempre habla el capitán Gabbarini, quien toma la iniciativa. También habla Guerra, Quintero. No hay un orden, pero las personas que sienten que tienen que decir una frase lo hacen e inciden. Pellerano también suele hablar. A veces, Édison Vega. Quintero suele orar. Son pasos antes de la cancha. Las palabras del técnico, en el último momento, también son determinantes. Nos quedamos con esas cosas positivas, aunque muchas veces nos ha tocado perder. Pero esperamos cerrar una vuelta olímpica.

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