El peruano Edison Flores (segundo, izq.) celebra después de anotar contra Bolivia durante el partido de la fecha 15 de las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial de 2018 jugado en Lima, el 31 de agosto de 2017. AFP
Los peruanos toman el miércoles 6 de septiembre de 2017 fotografías de la tabla de posiciones de la eliminatoria sudamericana hacia el Mundial de Rusia 2018 y las cuelgan en las redes sociales.
Imagen de la tabla de posiciones de las eliminatorias de la Conmebol una vez transcurrida la fecha 16, tomada del portal oficial de la Conmebol.
Ver a su equipo en cuarto lugar, clasificado directo a falta de dos fechas, no estaba en la imaginación del más optimista cuando empezó el proceso. El país, futbolero por excelencia pese a las derrotas continuas, cambió el lamento de siempre por expectativas desbordadas tras el triunfo por 2-1 en Quito la noche del martes, que le permitió a su selección ascender al cuarto puesto por encima de rivales en teoría superiores, como Argentina, Chile, Paraguay y Ecuador.
“Vuelve la ilusión”, titula el habitualmente serio diario “La República”, que le dedica esta vez al fútbol no solo la portada, sino las cinco primeras páginas.
“Abrazo a una ilusión”, titula a su vez el diario decano El Comercio de Perú mientras que en los demás matutinos la palabra “heroico” se repitió en serie. La selección dirigida por el argentino Ricardo Gareca inició el proceso hacia Rusia sin más ilusión que estar por encima de Bolivia y/o Venezuela y no quedar última como para Sudáfrica 2010.
Y los primeros partidos le dieron la razón a los pesimistas. Pero una inédita goleada sobre Paraguay en Asunción marcó el recodo y el equipo empezó a subir, ayudado además por tres puntos entregados en la mesa después de que perdiera en la cancha frente a Bolivia. Hasta hace dos fechas, los peruanos estaban satisfechos, pero aún no soñaban con Rusia. Lo que elogiaban era el descubrimiento por parte de Gareca de un grupo de jugadores jóvenes que se posicionaban como la gran base para Qatar 2022.
El triunfo ante Bolivia, la semana pasada, se daba por hecho. Pero no así lo de los tres puntos en Quito, plaza en la que el equipo “inca” solo acumulaba derrotas. Ni siquiera el mal momento de los ecuatorianos dibujaba proyecciones optimistas. Pero sendos tantos de Edinson Flores yPaolo Hurtado vistieron al país de fiesta, a lo que se sumó el inesperado empate de Argentina con Venezuela, la derrota de Paraguay frente a Uruguay y el nuevo traspié de Chile, esta vez ante Bolivia.
Gareca, de 59 años, es un técnico serio, trabajador y terco. Se deshizo de insignias como Claudio Pizarro, Jefferson Farfán, Juan Vargas y Carlos Zambrano, y solo mantuvo al estelar Paolo Guerrero y al experimentado defensa Alberto Rodríguez de la nómina habitual.
Completó con nombres nuevos, como el arquero Pedro Gallese, los defensas Aldo Corzo, Christian Ramos y Miguel Trauco, los volantes Renato Tapia, Pedro Aquino y Christian Tapia, los extremos Flores, André Carrillo y Andy Polo y el delantero Raúl Ruidíaz para formar un conjunto que en medio de sus limitaciones inspira respeto.
Perú, el país de leyendas como Teófilo Cubillas, Héctor Chumpitaz, Hugo Sotil, César Cueto, Juan Carlos Oblitas, Pedro León, Julio Baylón o Julio César Uribe, no va a un Mundial desde el de España 1982. Se acercó para México 1986 y Francia 1998, pero del resto estuvo lejos. Esta vez, vuelve a haber razones reales para soñar. En las últimas fechas, Perú visitará a la complicada Argentina y recibirá a una Colombia que eventualmente podría llegar urgida de puntos para llegar a Rusia.