Acción de juego entre Zúñiga y Neymar. Foto: AFP
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La FIFA rechazó tajantemente la existencia de un “plan secreto” para que los árbitros del Mundial de Fútbol de Brasil sean más indulgentes con las faltas y las tarjetas amarillas.
“La sola idea de que pueda haber un plan secreto es absurda”, sentenció el director de medios de la FIFA, Walter de Gregorio, rechazando un informe del diario alemán Bild, que hizo mención a un plan de esa índole.
Según Bild, el jefe de árbitros de la FIFA, Massimo Busacca, dijo a la directiva que los colegiados debían ser más indulgentes con las tarjetas amarillas. Y eso de alguna manera provocó indirectamente que Neymar sufriera una fractura de vértebra en un choque, señala el diario alemán.
“La acusación de que la FIFA está arriesgando a los jugadores como Neymar es inaceptable”, dijo De Gregorio. “Se puede cuestionar cada decisión de un árbitro. Eso es normal y parte del juego, pero no podemos aceptar ese informe de que se trata de un plan oculto de la FIFA”, agregó.
“Estamos para proteger a nuestros jugadores. ¿Qué interés podríamos tener en poner en riesgo a nuestros jugadores para tener un mejor espectáculo? Es una acusación que no podemos aceptar”, advirtió De Gregorio. “Si Neymar no disputa la final o la semifinal es malo para nosotros”.
Brasil 2014 ha tenido hasta ahora el menor número de tarjetas desde el Mundial de México 1986. En promedio se ha sacado una tarjeta menos por partido que en el de Sudáfrica 2010, que es la última referencia.
Roger Zambrano, presidente del Departamento Técnico de Arbitraje de Ecuador, argumenta que “las reglas de juego nunca han cambiado. No creo que la FIFA haya pedido eso. A lo mejor, solicitó a los árbitros que se juegue más, pero que corran y estén sobre la acción.
Por eso los preparó con anticipación. Las jugadas fuertes deben sancionarse como dicen las reglas”. El exárbitro ecuatoriano considera que se “tergiversaron las expresiones de la FIFA”.
Él mantiene conversaciones con Carlos Vera, el réferi ecuatoriano que sigue en Brasil a la espera de poder pitar un nuevo partido. “Se quedaron por capacidad, por disciplina y por aplicar bien las reglas de juego”, destacó. “Lo hizo sin tener el peso político que tienen los otros países”.
Diego Lara, uno de los réferis FIFA ecuatoriano, argumenta que trabajan en la cancha apegados al reglamento que el mismo ente estipula a escala mundial. “Es imposible pensar que pida algo así, porque ellos siempre piden juego limpio y para eso estamos, para garantizar los partidos”, justificó.