Ecuador también llega por tierra para disfrutar de Brasil

eduardo terán / el comercio 


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A falta de dinero para comprar un tique de avión, un grupo de aficionados ecuatorianos se organizó para viajar en buses a Brasil.

Desde Quito, Guayaquil, Loja, Piura y Buenos Aires, los hinchas se aventuraron para ver a la Tricolor en el Mundial de Brasil, país donde el fútbol se siente en todos lados.

Según los cálculos del Ministerio de Turismo, 5 000 ecuatorianos viajan al país latinoamericano. De ellos cerca de 1 000 se desplazan por vía terrestre, según los datos entregados por las agencias de viaje locales.

Las empresas de viajes terrestres Ormeño, Rutas del Sur y las agencias Craterturis y May Way Travel son algunas de las que apostaron por los traslados por esta vía.

Esta última compañía, por ejemplo, trajo a 68 aficionados a Brasil. Para abaratar costos, May Way Travel hizo un tour ‘mixto’. Es decir, armó un recorrido en avión y en bus.

Por ello, los hinchas viajaron primero desde Quito hasta Buenos Aires en avión. Luego, al llegar a la ciudad argentina -el miércoles por la noche- treparon a un bus y permanecieron cerca de 19 horas en este para llegar a Iguazú, una localidad ubicada en la frontera entre Paraguay y Argentina.

No importó estar sentados durante casi un día. Los 68 hinchas permanecieron durante ese tiempo en el transporte sin cepillarse los dientes ni bañarse. Se alimentaron con fiambres (comidas ligeras) durante el recorrido.

El tulcaneño Edwin Puetate fue uno de ellos. Hace tres meses compró un boleto aéreo para viajar a Brasilia y ver el juego entre Ecuador y Suiza. Pero después cambió su plan al conocer sobre este tour.

Canceló la reserva del vuelo y compró el paquete turístico de la agencia. “Quería irme al Mundial de Japón Corea 2002, pero no lo hice por la responsabilidad de la familia. Ahora, ya tuve chance y me vine solo a ver a mi Selección”, le contó el ingeniero civil a este Diario durante el extenso trayecto.

Puetate pagó USD 4 900 para comprar este tour. Pero la cifra es mínima en comparación a los USD 16 000 que pedían las agencias que tenían el aval de la FIFA.

El tulcaneño contó que se vino solo para hacer amigos y para ver a su Selección “de cualquier forma posible”.

Y así fue. En el viaje hizo amistad con hinchas de Quito, Latacunga, Riobamba e, incluso, con una pareja de ecuatorianos que reside en los Estados Unidos.

Los hinchas se hicieron amigos y compartieron el trayecto entre risas, cánticos y bostezos. Viajaron cerca de un día y medio para llegar a Brasilia por vía terrestre.

Pero otros -más aventureros- soportaron cerca de cinco días en un bus en otros recorridos. Algunos viajaron durante las mañanas y, en las noches, acamparon con ‘sleepings’ en las ciudades latinoamericanas. Todo con tal de ver a la Selección ecuatoriana en su tercer Mundial en el país donde el fútbol es una religión.