Siete parejas juegan su mundial en Viamão

De izquierda a derecha: Rosa Palomino Tatiana Espinoza, Karina García, María García, Sharon Escobar, Cristina Carcelén y María Belen Almeida. Foto: Patricio Terán desde Viamão/ EL COMERCIO


Accedieron a la fotografía con una condición: obtener una copia de la gráfica, en la que lucen divertidas, espontáneas, llenas de coquetería femenina.
Rosa Palomino, esposa de Walter Ayoví, segundo capitán de la Tricolor, convenció al grupo de esposas de los jugadores para que posen frente al hotel InterCity, donde están hospedadas desde la noche del lunes, cuando llegaron junto a sus parejas para la aventura de Ecuador en la Copa del Mundo.
¿Será..?, preguntaba Cristina Carcelén, esposa de Édison Méndez, mirando a las otras seis que estaban en la mesa del restaurante la noche del martes en Viamão.
Finalmente accedieron. Pero antes de la producción con este Diario decidieron salir a un centro comercial en Porto Alegre, Praia de Belas, que está entre los mejores del Estado de Río Grande do Sul. Allí compraron de todo un poco. Estuvieron desde la mañana ‘vitrineando’.
“Al volver, nos arreglamos rápido para salir guapas”, agregó María Belén Almeida, flamante esposa de Luis Fernando Saritama.
Así fue que, poco a poco, las siete mujeres se formaron; unas posaban, otras evitaban tropezarse con una piedras que protegían las plantas ornamentales que estaban atrás de ellas. “Si me subo me puedo caer”, recalcó Marly, esposa de Gabriel Achilier.
Finalmente se formaron. La novia de Felipe Caicedo, María García, se puso en medio. La española también llegó con la Selección y se moviliza entre el municipio Gravataí, donde está el hotel, hasta Porto Alegre, con el papá de ‘Felipao’ llamado Antonio.
García es una de las figuras más reconocidas por su continua actividad en las redes sociales Twitter e Instagram. La novia de ‘Felipao’ postea continuamente fotos con su novio en sus viajes por el mundo.
Siempre está junto al ariete guayaquileño. Las parejas de los jugadores se consideran las mujeres fuertes. “Somos la otra selección. Las que ponen el orden”, dijo riéndose Rosa Palomino, mientras se formaba. Algunas han llegado con sus hijos. Cristina de Méndez está con Édison Junior.
Él tiene 13 años y se entrena en las inferiores de Liga de Quito. También está Aymar Ayoví, hijo de Walter Ayoví, quien viajó junto a su padre en el avión de Tame que trasladó a la Tri a Brasil.
Después de la fotografía se retiraron a un bus que las trasladó directamente hasta la concentración en Vila Ventura, donde fueron las únicas que pudieron acceder al encuentro que jugó la Tri ante Cerámica, un equipo de Porto Alegre.
En Vila Ventura, el búnker del equipo, se unieron a Olga, esposa de Christian Noboa y a los directivos de la FEF, para alentar a los futbolistas desde las gradas.
Las mujeres tienen en Brasil escapularios, camisetas con leyendas pedidas por los seleccionados para mostrarlas en los partidos.
Pero evitan hacer revelaciones por pedido de los futbolistas. “Estamos ansiosas de que ya jueguen, pero estamos en contacto permanente con ellos”, admitió María Belén, la esposa de ‘Sari’, quien es ingeniera en marketing y modelo.
Ellas han hecho un buen grupo y suelen frecuentarse en otras ocasiones. “A veces nos invitamos a reuniones, una comida o los cumpleaños”.
También suelen ir al fútbol para alentarlos en los equipos que juegan en el país. Esa es una de las características de este grupo que en Brasil es guiado por María, una ataché que les asignó la operadora de turismo que contrataron.
En estos días suelen chatear con sus novios y esposos a través de Whats App, también hacen videoconferencia para preguntarles cómo les fue en el entrenamiento del día…