Marcelo de Brasil disputa el balón con Toni Cross de Alemania. Foto: AFP
.log-gg{width:20%;}.log-gg img{padding-right: 10px;}
Alemania llegó 14 veces al arco de Brasil y anotó siete veces. Es decir que uno de cada dos de sus intentos terminaron con una celebración de los jugadores que ayer vistieron de negro y rojo en el Mineirão.
La contundencia ofensiva del primer finalista de la Copa quedó evidenciada entre los minutos 11′ y 29’ del primer tiempo.
En ese lapso, los dirigidos por Joachim Löw anotaron cinco de sus siete goles. Thomas Müller, Miroslav Klose, Toni Kroos (2) y Sami Khedira fueron los anotadores.
Después, se entretuvieron con el balón y volvieron a la carga en los últimos 25 minutos del partido en donde consiguieron los restantes tantos de la mano del ariete del Chelsea, Andre Schürrle (69′ y 79′).
“Esta clase de resultados y de rendimiento solo es explicable por un concepto: somos un grupo unido”, dijo al final del partido, Philip Lahm, uno de los pilares del equipo.
La organización del torneo decidió otorgar el premio a Kroos, quien anotó dos tantos, realizó tres remates al arco, hizo 69 pases y jugó todo el compromiso.
El volante del Bayern Munich es pretendido por el Real Madrid de España.
En cuanto a otros indicadores de juego, según la página web de la FIFA, Alemania tuvo menos el esférico que su desesperado rival: 48% contra 52% de los locales, que solo pudieron lograr convertir en uno de sus 18 intentos en el área defendida por el golero Manuel Neuer.
Brasil realizó 22 centros, contra 10 del equipo alemán, que tiene un estilo de juego con más elaboración y toques. Un detalle: todos los goles del equipo germano se dieron tras sucesivos toques en el interior del área grande.
Sami Khedira, Kroos, Muller y Klose formaron continuas asociaciones en el área de los brasileños.