Aficionados alemanes celebran la goleada de su selección al anfitrión Brasil. Foto: Ronald Ladines/ EL COMERCIO
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Aplausos a cuatro tiempos, seguido del grito “Deustchland” marcaba el paso de la arenga de los alemanes que se congregaron en el Centro Cultural Ecuatoriano Alemán de Guayaquil para ver partido de semifinal ante el anfitrión, Brasil.
La fiesta inició al minuto 11 con el gol de Thomas Müller. Los aplausos se convirtieron en abrazos y los gritos de gol retumbaron las paredes del improvisado auditorio que ofreció pantalla gigante a sus asistentes.
Los goles de Miroslav Klose, Tony Kroos (2) y Sami Khedira fueron celebrados con la misma intensidad del primero. Ni los mismos alemanes creían el abultado marcador.
La cerveza y la salchicha alemana fueron la opción gastronómica al término de la primera etapa.
“Yo creo que la final será ante Holanda”, avisoró Ralph Eichinlab, aficionado teutón que llegó al centro.