La Colombia argentinizada y el Ecuador colombianizado

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Colombia fue el país con más técnicos en este Mundial: tres. Ninguno de ellos (Reinaldo Rueda, Luis Suárez y Jorge Luis Pinto) dirige en este torneo al equipo cafetero que cerró la primera fase con la marca perfecta: nueve puntos.

El arquitecto de esta Colombia precisa y vistosa es un argentino, José Néstor Pekerman (Villa Domínguez, 1964), quien tomó al equipo en la mitad de las eliminatorias sudamericanas, lo clasificó a la Copa tras 16 años de ausencia y ahora lo tiene como un candidato serio para avanzar en el torneo.

Al contrario de países como Ecuador, Honduras y Costa Rica, en Colombia, la Federación local optó por no contar con un entrenador colombiano. Para designar a su DT decidió buscar en el país con el que tiene más identificación futbolística: Argentina.

El balompié colombiano siempre ha tenido un idilio con el argentino.

Colombia sabe a café, pero en fútbol, baila tango. Sino solo basta recordar la época del Dorado, en la década de 1940, cuando los mejores jugadores gauchos fueron a jugar a Colombia e hicieron historia como Adolfo Pedernera y el gran Alfredo Di Stéfano.

El nexo se mantiene hasta la actualidad. La Selección que brilla en el Mundial es una Colombia argentinizada. No solo por Pekerman y sus tres asistentes, sino por la conformación de la plantilla: cuatro de los 23 mundialistas juegan en el fútbol albiceleste (Teófilo Gutiérrez, Éder Álvarez Balanta, Carlos Carbonero y Carlos Valdes).

Otros cuatro (Faryd Mondragón, Mario Yepes, James Rodríguez, Freddy Guarín) militaron también en Argentina y desde ahí fueron transferidos a Europa. Incluso, la máxima estrella de la Selección, Radamel Falcao -quien se perdió el Mundial por lesión-, se formó desde los 16 años en las inferiores de River Plate.

De los entrenadores colombianos en la Copa, solo Pinto sobresale con la sorprendente Costa Rica. Rueda y Suárez fueron eliminados y sus equipos, los únicos de sus confederaciones que no pasaron a segunda fase (Ecuador es el único que no pasó por Sudamérica y Honduras el único de la Concacaf que no está en octavos,).

Suárez decidió renunciar tras el fracaso con los ‘catrachos’, pero Rueda seguirá en Ecuador, pese a las críticas que ha generado su conducción en el Mundial.

La Federación ecuatoriana se aferra a la línea colombiana que le ha dado tres clasificaciones a cuatro mundiales.

El resultado de Brasil 2014 pudo servir para buscar un cambio, para refrescar el estilo de conducción, pero Luis Chiriboga y su grupo apelan al continuismo.

Los jugadores ecuatorianos se acostumbraron al 4-4-2 que profesan los cuerpos técnicos cafeteros y que se repite de forma mayoritaria en los equipos del país.

Pero la Tricolor debe dar un salto de calidad y talvez probar con otra forma de manejo, un estilo de conducción diferente. Colombia se atrevió, en Ecuador, al parecer, nada cambiará.

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