En la práctica del Manta, los futbolistas sí tienen médico. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Alan Perlaza, de Clan Juvenil, sintió un dolor en su tobillo derecho luego del partido en el estadio 14 de Junio, de Vinces, la semana pasada.
El atacante, de 24 años, soportó el dolor y pensó que solo era un golpe después del empate ante Santa Rita (0-0). Se presentó a los entrenamientos, pero el dolor persistía.
El club no tuvo un médico en el cuerpo técnico para tener un diagnóstico certero de la lesión que sufrió el futbolista. En cuatro de los cinco partidos que ha jugado este año el Clan, plantel de Sangolquí, en la Serie B, no ha registrado médico en la banca de suplentes.
“Asisto a fisioterapia para tratar de aliviar el dolor. El encargado nos ayuda cuando tenemos molestias musculares y nos atiende”, contó Perlaza.
El equipo sangolquileño pasa apuros económicos. La plantilla no ha cobrado salarios y hubo cambio del cuerpo técnico hace dos semanas.
El 3 de abril del 2018, por cuarta ocasión, fue multado con USD 100 en la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF). El artículo 121 del reglamento de la Comisión Disciplinaria establece esa única sanción para los clubes que no presentan médico en los partidos.
Sin embargo, el problema es grave. Hay clubes como Gualaceo que no tiene médico ni en los partidos y tampoco en los entrenamientos diarios.
Durante las cinco primeras fechas, los azuayos se arriesgaron a entrar a la cancha sin el recaudo de un galeno. Fabián Serrano, presidente del club, se justifica por esta infracción.
Dijo que eso se debe a problemas familiares que arrastra el médico que atiende a los futbolistas del club, Edmundo Seminario. “Yo creo que esta fecha o la próxima semana ya tendremos al doctor en la cancha”, respondió el directivo.
Él también confirmó que Seminario atiende a los futbolistas en su consultorio, pero que tampoco está en las prácticas.
En el día a día, el único que está pendiente de las posibles lesiones es el fisioterapeuta. Los australes arrastran este problema desde el 2017, cuando recibieron 13 sanciones por el mismo tema.
Es el club que más multas recibió por la ausencia del personal médico. Manta es otro equipo con multas acumuladas. Ya van dos en las primeras cinco jornadas de este año.
Sin embargo, el club sí cuenta con un médico contratado para atender las necesidades de los deportistas y está presente en todas las prácticas.
Paúl Tipán es el médico del club desde el 2013. Según él, sus faltas se deben a que este año recibió una suspensión de cuatro años –por parte de la Comisión Disciplinaria de la FEF– por el caso de dopaje del jugador Andrés Vinueza.
“Recibimos la notificación en febrero, por eso no pude estar en la segunda fecha. Actué de forma correcta, usé los medicamentos indicados con el jugador, hicimos una infiltración, pero la FEF me sancionó injustamente”, dijo el galeno a este Diario, en una visita realizada a las instalaciones del club en Manta (Manabí).
Él está todos los días en las prácticas, lleva consigo un maletín negro con los implementos y analgésicos para atender golpes o lesiones superficiales. El médico Jorge Barcia lo reemplaza en los partidos, pero estuvo ausente en la quinta fecha, debido a que debía cumplir con su guardia en el Hospital del IESS, de Manta.
Rodrigo Espinosa, presidente de la Asociación de Fútbol No Amateur de Pichincha (AFNA), cree que es necesario revisar el reglamento para evitar que los clubes opten por pagar la multa y no tener un médico de planta.
La multa de USD 100 se aplica en los últimos años y el tema no fue modificado en el último Congreso Ordinario. La multa, en promedio, es el 10% del sueldo que tiene un médico en los equipos. Los salarios van desde los USD 1 000.
El departamento de Licencia de la Ecuafútbol advirtió a los equipos con sanciones más drásticas por incumplir con la normativa de los médicos.
Hay otros casos de clubes con estos problemas. Liga de Portoviejo tuvo una multa en la cuarta fecha, en este año.
El médico Orlando Barcia tuvo que atender temas inherentes a su familia. Barcia se jubiló el año pasado de sus labores como galeno y en enero de este año se sumó a la ‘Capira’, cuadro al que le dedica toda su atención. Va a las prácticas y los viernes realiza un listado con las medicinas que necesita y entrega a los dirigentes.
Ambos equipos manabitas tienen un presupuesto de USD 200 por juego para la compra y traslado de medicina e implementos médicos.