Marcos Delpadre, el especialista en ascender con equipos a la A

Marcos Delpadre se entrena con el América de Quito en la cancha de la Universidad Internacional del Ecuador. Foto: David Paredes / EL COMERCIO

Marcos Delpadre se entrena con el América de Quito en la cancha de la Universidad Internacional del Ecuador. Foto: David Paredes / EL COMERCIO

Marcos Delpadre se entrena con el América de Quito en la cancha de la Universidad Internacional del Ecuador. Foto: David Paredes / EL COMERCIO

Darío Tempesta, entrenador del América de Quito, detuvo una jugada durante la práctica para conversar con Marcos Delpadre. El estratega argentino, con un tono didáctico y pausado, le explicó al zaguero central cómo hacer las coberturas y moverse en la punta de los pies a la hora de marcar a un rival. Se lo dijo como si se tratara de un juvenil.

El defensor aceptó las indicaciones porque conoce a Tempesta desde el 2017, cuando ascendió con Aucas a la Serie A. El paraguayo de 28 años es como un amuleto para el DT, quien lo volvió a llamar para emprender otro proyecto.

Llegó al Ecuador con el ‘cartel’ de especialista en ascensos. Desde el 2016 esa definición se afianzó. Subió a la Serie A con Macará, Aucas y Liga de Portoviejo. En todos los equipos fue titular y figura.

Vivir y jugar en Portoviejo le sirvió para madurar y perfeccionar su técnica. En ‘La Capira’ tuvo como maestros al uruguayo Mario Saralegui y al argentino Rubén Darío Insúa.

Con el ‘Poeta’ en el banquillo del cuadro manabita, el guaraní llegó a ser capitán. Él recuerda los gritos y exigencia de parte de los hinchas. “Es un equipo que tiene una hinchada que pedía ascenso desde hace una década y eso metía presión”, dijo.

A pesar de tener tres ascensos a la Serie A, todavía no ha podido jugar en esta categoría. Ese es uno de sus pendientes.

“Tengo esa espina de no haber jugado en Serie A. Pero algún rato se va a dar, y cuando llegue el momento voy a ser un jugador maduro y con recorrido. Creo que así será mejor”, aclaró el defensor.

A finales del 2016, la directiva del Macará le notificó que no sería tomado en cuenta para la siguiente temporada. La decisión le molestó, porque antes de que finalizara el año el entrenador Paúl Vélez le había asegurado que sería parte de su proyecto en la Serie A.

La historia se repitió en el 2017. Tempesta logró el ascenso con Aucas y Delpadre terminó como figura. En sus planes estaba que ambos continuaran
en el club, pero ninguno fue renovado.

“Al principio me molestó que Vélez no me tomara en cuenta para el siguiente año. Había jugado la mayoría de partidos y pude destacarme. Ya con el tiempo aprendí que esto es fútbol y que en cualquier momento me puede llegar la oportunidad”, dice el guaraní.

Según el estratega de los ‘Cebollitas’, el fichaje del zaguero guaraní responde a un plan de ascenso. El equipo necesitaba un zaguero con experiencia en este tipo de torneos luego de la salida de varios jugadores, tras el descenso del año pasado.

“Lo llamé para que jugara en mi equipo, no solo porque lo conozco, sino por su momento. Marcos es de esos jugadores que se destacan y lo hacen de forma silenciosa. Está bien físicamente y viene de lograr algo histórico para la Liga de Portoviejo. Él era el indicado”, asegura el DT argentino.

Delpadre se unió de inmediato a la pretemporada. Buscó una vivienda pequeña cerca de la avenida Simón Bolívar, pero no lo encontró. Así que decidió vivir en el norte de la capital.

Al igual que en su época como oriental, consiguió un departamento sencillo. Apenas tiene una habitación, una cocina y una mesa para almorzar y desayunar. Vive cerca de sus compañeros, quienes suelen transportarlo a la práctica en la Universidad Internacional.

“Me gusta vivir así. Prefiero concentrarme solo en el fútbol. No tengo carro, porque me estresa el tráfico”, revela el paraguayo.

De su paso por Macará, todavía mantiene su noviazgo con la psicóloga ambateña Valeria Flores. La relación todavía es a distancia, pero ella trata de acompañarlo en los partidos.

El equipo se alista para su debut, en marzo, ante Fuerza Amarilla. Esta semana se entrenarán en Cayambe, en el estadio Guillermo Albornoz, donde Delpadre se propuso otro objetivo: subir a la A.

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