Luis ‘Cunti’ Caicedo jugador del Independiente del Valle. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO
Luis Caicedo es un goloso del encocado de pescado. Es uno de sus platos preferidos. También le gustan las frutas.
El defensa del Independiente del Valle, a sus 23 años, cuando viaja a su natal Guayaquil, aprovecha para visitar a sus familiares y degustar las golosinas que saboreaba hasta los 17 años, que vivió en el Puerto Principal.
“Uno no puede olvidar sus raíces. Gracias a Dios estoy triunfando en el fútbol y me va bien. Pasé gran parte de mi vida en Guayaquil. Fueron días de infancia difíciles, pero ahora no me puedo quejar con las bendiciones que he recibido”, dice con timidez, el defensa que no es muy espigado (mide 1,85 metros).
‘Cunti’ Caicedo será titular en el partido de esta noche (19:45) ante Atlético Mineiro, por el Grupo 5 de la Copa Libertadores de América, en el estadio Raimundo Sampaio, de Belo Horizonte.
Se suelta más cuando habla sin micrófonos. Cuenta que fue su padre quien lo bautizó como ‘Cunti’, pero no precisa por qué lo hizo. Sin embargo, reconoce que ese apodo le ha servido para diferenciarse en el fútbol de su homónimo Luis ‘Gordo Lucho’ Caicedo, quien juega en el Delfín.
Confiesa ser hincha de los ‘Rayados’ porque fue el equipo que le abrió las puertas al fútbol profesional. Llegó en el 2010 procedente del club Fedeguayas, de la Segunda categoría de Guayas. Con 18 años debutó en la Serie A.
El entrenador que le dio la oportunidad fue Julio Asad. El ‘Turco’ no tuvo miedo de ponerle en dos partidos en el equipo de Primera.
Ese año, Caicedo jugó 32 partidos en la categoría Sub 18 y uno en Reserva. Lo alternaban como volante y como zaguero central. “Es un chico que ha tenido un rendimiento sostenido. Sabe escuchar los consejos. En ocasiones ponía pierna fuerte, pero con el tiempo aprendió a ubicarse y a marcar con velocidad”, dice Fernando Baldeón, DT que conoció al futbolista entre el 2012 y 2013.
En el grupo conversa mucho con el guardameta Librado Azcona y su compañero Arturo Mina. Un detalle: no le disgusta el apodo de ‘Cunti’. Mario Pineida, compañero hasta el año pasado, cuenta que no es de bromear mucho, pero que sí le gustaba participar cuando se trataba de poner apodos a los compañeros.
Con el DT Pablo Repetto recibió una licencia especial durante los partidos. Puede subir a cabecear en los tiros de esquina y en los tiros libres. No es un defensa con vocación de goleador. En la Serie A ha marcado solo dos tantos.
Su estatura no le ayuda. El técnico uruguayo prefiere que Caicedo se quede como último jugador para aprovechar su velocidad. Sin embargo, el futbolista tiene un acuerdo con su compañero Jefferson Orejuela. Si Caicedo sube, Orejuela lo reemplaza en la marca.
Gracias a esa fórmula pudo marcar un gol ante Guaraní y espera anotar hoy otro tanto al Atlético Mineiro en el estadio de
Belo Horizonte.