El reto de Aucas es mejorar la puntería frente al pórtico rival

Maximiliano Barreiro durante una práctica de Aucas. Foto de la cuenta Twitter @Aucas45

Maximiliano Barreiro durante una práctica de Aucas. Foto de la cuenta Twitter @Aucas45

Maximiliano Barreiro durante una práctica de Aucas. Foto de la cuenta Twitter @Aucas45

Eduardo Favaro fue contratado a inicios de campaña en el Aucas por dos virtudes fundamentales, según la directiva oriental: su conocimiento del medio local y su libreto de juego, en donde se privilegian los continuos ataques.

El entrenador tomó el testigo dejado por Darío Tempesta, entrenador que fue cesado en diciembre pasado tras la dolorosa y sorpresiva caída del equipo ante el Mushuc Runa, en ese entonces campeón de la Serie B. Aucas no pudo entrar a la Copa Sudamericana, tal como lo tenían planeado sus directivos.

Tempesta diseñó el equipo para esta temporada, pero no pudo continuar en la institución, luego del traspié ante el cuadro de Tungurahua. En su lugar llegó Favaro, a quienes los responsables del cuadro oriental le recordaron que habían armado una plantilla con varios de los jugadores más destacados del torneo 2018.

La intención era ocupar los primeros puestos y ser protagonistas en los dos torneos que disputa el representativo oriental: la contienda local y la Copa Ecuador. A la espera de que se inicie la naciente Copa, el equipo aún no lograr ser protagonista del Campeonato.

Mañana, el cuadro indio se enfrentará con Liga, a las 12:00, en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Aucas ocupa la décima posición con siete unidades, cuatro menos que el puntero Macará.

El club ganó dos partidos (ante El Nacional como visitante y ante Universidad Católica como local), empató uno (ante Mushuc Runa, el pasado sábado) y perdió dos (con Emelec en el debut de la Liga Pro y con Delfín, en la cuarta jornada del certamen).

El entrenador Favaro no quiere dejarse llevar únicamente por la posición en la tabla y por las frías estadísticas. Él reinvidica su estilo de juego, propositivo y generoso con el espectáculo. “Aucas es un equipo que genera opciones, muchas opciones. Lo que nos falta es poder concretar más goles de los que hemos estado haciendo”.

A Favaro le quedó una sensación de amargura luego del partido del pasado sábado ante Mushuc Runa en el estadio Gonzalo Pozo. “Generamos 20 situaciones de gol, pero no pudimos concretar más que un gol. Jamás nos replegamos, siempre insistimos. Es nuestra filosofía del juego”.

La tónica de dicho encuentro evocó a lo sucedido en la primera jornada: ‘Papá’ perdió 2-0 ante Emelec, en un partido en el que sometió al subcampeón ecuatoriano, pero falló en la definición: incluso su ariete Edson Montaño y su mediocampista de contención Ronald de Jesús fallaron lanzamientos penales. Emelec no perdonó y se impuso con tantos de Brayan Angulo y de Fernando ‘Chiqui’ Guerrero.


Aucas
lleva anotados nueve goles, un promedio de 1,8 por partido. No hay compromiso en el que no celebra una conquista. El problema es que la vocación ofensiva hace que el equipo se descubra en la retaguardia: el golero argentino Emanuel Franco lleva encajados nueve tantos.

El capitán del equipo, Luis Manuel Romero, una de las voces influyentes en el camerino, pide que no se señale únicamente a la defensa. Sostuvo que el asunto es integral: “aquí, la responsabilidad es de todos, no únicamente de los zagueros. Son detalles que tenemos que mejorar”, declaró el defensa central manabita.

Para su duelo del fin de semana, el equipo espera la recuperación del volante ofensivo Pablo Burzio y de Romero, ambos con dolores musculares.

Burzio se ha convertido en un factor desequilibrante del equipo. El cuerpo técnico le confió el lanzamiento de los penales, tras haber convertido en la victoria ante El Nacional y los intentos fallidos de Montaño y De Jesús.

De acuerdo con el mapa de calor del partido de Aucas con Mushuc Runa, divulgado en las redes sociales de la Liga Profesional, el elenco quiteño recargó su juego por la zona derecha de su ataque, por la que se mueve Burzio. El 20,5% del tiempo de juego, el balón estuvo por donde se movió el menudo ofensivo oriental.

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