Son 20 años de una hegemonía absoluta. Barcelona no puede ganar a Liga en el estadio Rodrigo Paz Delgado. Partido tras partido el récord generó una enorme expectativa y una extraordinaria respuesta mediática y presencial que jamás dependió de campañas, números o posición de sus protagonistas.
Mediáticamente los dos referentes de hinchadas en Costa y Sierra venden extraordinariamente bien sus encuentros. Y las cifras lo ratifican: según mediciones de la televisora Teleamazonas las audiencias del enfrentamiento Liga-Barcelona en Quito superaron a las de los encuentros de la Selección en eliminatorias.
Actualmente son realidades opuestas, más aún cuando Liga viene en caída libre registrando la peor campaña en sus 57 años de participación en campeonatos nacionales: Liga se ubica penúltima y lucha por huir del descenso.
Mientras que Barcelona posee la mejor campaña de visitante, mientras Liga muestra la peor campaña de local del campeonato.
Sin embargo, Liga ha mostrado ser una tómbola de sorpresas. A Uruguay viajó desahuciado y volvió clasificado en la Copa Sudamericana. Quién sabe que hoy sus jugadores obtengan la suficiente fortaleza mental para archivar sus problemas y mantener el récord histórico. O que Barcelona pueda clavar la estocada final para cerrar un ciclo tormentoso de los dirigidos por el entrenador Gustavo Munúa.
El fútbol tiene esa magia extrañamente especial. Hoy se definirá si la crisis es más poderosa que la hegemonía, o si los récords rehabilitan a los moribundos.