Arnold Peralta (derecha) y Jerri Bengtson (izquierda) celebran después de anotar un gol contra Venezuela durante un partido amistoso de la FIFA en el estadio Olimpico Metropolitano en San Pedro Sula, al norte de Tegucigalpa, el 5 de marzo de 2014. AFP
La policía hondureña asignó hoy un equipo especial para investigar el asesinato del futbolista Arnold Peralta, ocurrido la noche del jueves en el caribeño puerto de La Ceiba.
Horas después del asesinato, a unos 500 kilómetros al norte de Tegucigalpa, la policía descartó el robo como motivo del crimen e indicó que el mismo no quedaría impune.
Peralta era jugador del Olimpia, el equipo más popular del país, y de la selección de Honduras que disputa las eliminatorias para el mundial de Rusia 2018. El equipo especial de investigadores tendrá como tarea única dar con el paradero de los asesinos de Peralta, algo inusual en Honduras, calificado como el país más violento del mundo y donde los asesinatos rebasan a las fuerzas de seguridad.
La hipótesis que manejan los investigadores es una muerte por encargo, típica del crimen organizado y de las violentas pandillas juveniles conocidas como Maras en Honduras, ya que los sicarios sólo dispararon contra Peralta, el cual estaba acompañado por familiares al momento del ataque.
El portavoz policial Leonel Sauceda dijo que “se fortaleció el equipo de investigadores” y que no se cesará hasta que den con los responsables.
Mientras tanto, en La Ceiba, los familiares y amigos velan al jugador en un marco de total hermetismo y han negado el acceso a la prensa a la funeraria.
El mundo del fútbol hondureño continúa golpeado, ya que todavía no se entiende como sicarios pudieron disparar contra el joven jugador, mientras que las redes sociales estallaron tras la muerte de Peralta.