Erick Castillo le ganó el puesto a Damián ‘Kitu’ Díaz en Barcelona SC

Erick Castillo celebra el gol que anotó contra Emelec, en el clásico del Astillero, el pasado domingo en Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Erick Castillo celebra el gol que anotó contra Emelec, en el clásico del Astillero, el pasado domingo en Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Erick Castillo celebra el gol que anotó contra Emelec, en el clásico del Astillero, el pasado domingo en Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Erick Castillo llega a las prácticas de Barcelona SC  a ritmo de reggaetón o salsa choque. Escucha esos géneros mientras maneja su vehículo o en las concentraciones. El look urbano es lo suyo, gusta de las cadenas gruesas, gorras de visera plana y camisetas anchas.

En esta temporada el atacante canario luce contento, porque se consolido como estelar en el equipo y relegó a la suplencia a Damián Díaz, ídolo del equipo y uno de los principales actores de los últimos dos títulos canarios.

La ‘Culebra’, como lo llaman sus compañeros, anotó su primer gol del torneo en el Clásico del Astillero, el domingo pasado, lo que redondeó las buenas actuaciones que registra en las últimas cuatro fechas.

“De a poco iremos cumpliendo los objetivos. Más allá de si soy titular o no, lo importante es que el equipo gane”, dijo el deportista al final de la victoria ante Emelec, que consolidó a los toreros como los líderes invictos de la primera etapa, con 20 puntos.

Castillo suma además tres asistencias en lo que va del torneo. Sus desbordes por la banda derecha o izquierda, dependiendo del planteamiento del DT Guillermo Almada, son la principal alternativa ofensiva que presentan los porteños.

Su gusto musical lo traslada a la cancha. Tras anotarle a Emelec, el atacante bailó por unos segundos en la cancha. En las concentraciones se une al guardameta Máximo Banguera, como los más animados del camerino.

Cuenta que las lesiones evitaron que se consolidase el año pasado. Un desgarro muscular y un choque con un compañero lo dejaron fuera de las convocatorias de Almada, en la temporada anterior.
“Castillo tiene condiciones como para llenarse de dinero en el fútbol, depende de él. Cuando Erick está inspirado, con confianza y aprovecha los espacios hace mucho daño a los rivales”, dijo el DT Almada respecto al juego del atacante.

Al esmeraldeño le gusta jugar Play Station en sus tiempos libres, cuenta que generalmente usa el Rea Madrid. Gusta de ese equipo desde que era niño, su sueño es algún día llegar al cuadro merengue.

Nació en la ‘provincia verde’, pero creció en el Guasmo, al sur de Guayaquil, donde solía jugar en la calles con arcos de piedra. Así lo contó su madre Jessenea Arroyo, quien calificó al deportista como un buen hijo, aunque no le gustan las labores caseras.

El atacante de Barcelona admira al centro delantero del Madrid, Karim Benzema, pero se identifica con el juego de Pierre Aubameyang, que milita en el Arsenal. Con ellos anota la mayoría de los goles cuando se sienta frente al Play Station.

A sus 23 años, registra 132 partidos en la Serie A. Durante su carrera vistió las camisetas de Independiente del Valle, Liga de Loja, Olmedo y Barcelona. Tiene contrato con los amarillos hasta diciembre del próximo año.

Ha jugado como lateral, extremo y también como centro delantero. Suma 10 tantos en la serie A; cinco de ellos los marcó el año pasado, cuando Almada lo usó como hombre en punta, tras la lesión del uruguayo Jonatan Álvez.

Carlos Alfaro Moreno, vicepresidente deportivo, está contento con Castillo, por lo que dejó abierta la posibilidad de extender su vínculo. “Forma parte del patrimonio del club, es muy joven, una apuesta a mediano plazo”, dijo el directivo.

Castillo es católico y cuando no usa una de sus características cadenas, lleva consigo un rosario blanco. Dice que su madre le inculcó la religión y que, aunque no acude seguido a la iglesia, cada vez que anota señala al cielo, para agradecerle a Dios.

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