Entrevista a Gustavo Munúa, DT de Liga de Quito. El estratega nació el 27 de enero de 1978 en Montevideo, Uruguay. Como jugador se formó como arquero en Nacional de su país. En ese club debutó en el equipo profesional en 1997.
Su trayectoria le permitió defender el arco del Deportivo La Coruña, Málaga, Levante y Fiorentina. Llegó también a su selección. Como entrenador debutó en el 2015. Ese año se retiró de jugador en Nacional y asumió el banquillo de ese club. Ahora está en Liga de Quito.
¿Sus jugadores entienden sus indicaciones tácticas?
Tengo la sensación de que entienden a la perfección lo que les pido. Lo único que cambia son aquellas jugadas puntuales que no las podemos aprovechar. Siento que hace falta mejorar la profundidad en el juego. Si uno ve los últimos juegos, el equipo no ha sufrido tanto. Por lo general tenemos un cierto dominio del partido. Lo único que veo es que no podemos concretar con goles.
¿Cómo toma las críticas de los hinchas?
Lamentablemente todo se ve mal cuando no hay resultados. Pero el vestuario de Liga está unido. Los dirigentes igual están unidos. Veo que a pesar de todo la afición nos sigue acompañando. El otro día la hinchada llenó sus localidades en el estadio de Ambato.
¿Se le está acabando la paciencia a la hinchada?
La paciencia es lo más difícil en una institución como Liga, que está acostumbrada a estar en los puestos más altos y a ganar partidos. En este caso no se nos está dando, pero también hay que entender que nos estamos rearmando, intentando que otra vez el equipo sea competitivo. Nos hemos encontrado con dificultades como la adaptación de los futbolistas al nuevo cuerpo técnico y a los trabajos.
¿Hay desesperación en el camerino?
No sé si llamarla desesperación, pero la situación es complicada y estamos preocupados. Tampoco podemos ponernos una mochila de 1 000 kilos y cambiar todo lo que planificamos. Tenemos que ir partido a partido para mejorar. En el grupo hay compañerismo. No hay celos ni egos. Vemos cosas positivas en medio de la preocupación. Estamos sufriendo como una familia.
¿Cómo levantar el ánimo del equipo?
Con trabajo y corrigiendo errores. Solo así saldremos de esta situación. Creo que si encadenamos algunos triunfos las cosas van a cambiar.
¿El mal inicio de Liga pasa por la adaptación de los jugadores?
En un equipo como Liga no nos podemos permitir un arranque como este. Ha sido un tanto injusto, porque nos ha pasado de todo en los últimos partidos. Esta situación es incómoda.
Rodrigo Paz y el resto de la dirigencia dijeron que evaluarán a los extranjeros.
Está claro que el extranjero siempre está en la mira de todos. Pero yo evalúo todo el plantel y no a dos jugadores. Estaría siendo injusto. Hay que entender que se están adaptando a la altura, a sus nuevos compañeros, al equipo y a vivir en Ecuador. Hay unos que lo hacen más rápido.
¿Qué pasa con Rubén Olivera? Llegó para ser figura y todavía no ha jugado un partido completo.
Él se lesionó en el primer partido. Cuando pasa eso el proceso vuelve a empezar. Se tenía que recuperar. He visto jugadores que llegan y explotan de inmediato y otros que en la segunda parte del torneo terminan siendo figuras. Es cuestión de paciencia. Hay tiempo y hay que esperar que pasen los partidos y los días para que vaya encontrando su juego y mejor rendimiento.
¿Sus planes se vieron afectados por las lesiones?
Está claro que cambia todo. Acá ya han jugado prácticamente todos los jugadores de la plantilla. Obviamente no es lo mismo hacer uno o dos cambios, que hacer cinco de golpe. Un ejemplo fue el partido ante Independiente del Valle. Ese día toda la línea defensiva y los volantes centrales eran nuevos y el equipo hizo un gran partido. No se ganó porque nos faltó el puntillazo final.
¿Está dispuesto a darles más espacios a los juveniles en su equipo?
Tenemos en el plantel muchos jóvenes que están en plena evolución. Pero no es lo mismo ponerlos en un equipo ya sólido y con ideas claras. En este momento aún nos estamos armando.
¿Cómo es su relación con las formativas?
Estamos en contacto permanente. Franklin Salas está muy pendiente. Al equipo volvieron Johan Julio y Djorkaeff Reasco. Obviamente, el momento del equipo no es el ideal para seguir la progresión de estos futbolistas. Vemos que tienen una proyección importante. En algún momento, si nos toca usarlos, confiaremos plenamente en ellos.
¿Cómo ve el futuro de Liga en esta temporada?
Acá no miramos el futuro. Tenemos claro a dónde queremos llegar, pero por ahora nos enfocamos en el presente. Tenemos el partido ante El Nacional. Queremos y necesitamos los tres puntos. Ojalá lo podamos lograr jugando bien. Pero la prioridad es el resultado más que el juego vistoso. No todos los equipos son campeones jugando siempre bien. Es muy difícil encontrar la perfección en un equipo.