DT es la profesión de la paciencia

La profesión de entrenador de fútbol exige capacidad de análisis en situaciones de gravísimo estrés. Tomar decisiones para resolver ecuaciones futbolísticas aparentemente sin solución.

Sin embargo, una palabra define al buen entrenador. Ser paciente. Y en el fútbol, la paciencia sustenta el éxito, desde plantear bien un partido, atravesando por una buena capacidad de análisis para realizar las variantes adecuadas y la sapiencia para cerrar bien un partido.

La paciencia no es una virtud innata en el ser humano. Se aprende a consolidarla en la adversidad y se afina con el pasar de los años.

Los buenos directores técnicos, sin importar el género, aprenden a lidiar con las urgencias de la dirigencia, las ansiedades de los planteles y la crítica agresiva.

La entrevista busca aclarar temas y el ejercicio de responder con solvencia al requerimiento periodístico consolida la imagen del entrenador. Su propuesta gana credibilidad porque su proceder muestra transparencia.

La última semana la seleccionadora de la Tricolor femenina clasificada al Mundial no logró disimular su fastidio ante preguntas puntuales del equipo femenino que jugará en Canadá. Evitó explicar los procesos de llamamiento de la convocatoria. Lo mismo suele ocurrir con los entrenadores que han dirigido a la Tri de varones.

Una convocatoria nunca dejará satisfechos a todos. Peor si los resultados preparatorios no acompañan. En ocasiones, las tensiones originan confrontaciones, pero es parte de las rutinas de los estrategas.

A pocos días del inicio del Mundial de Canadá y de la Copa América de Chile, las mujeres y varones necesitan el apoyo de todos, sobre todo de los aficionados. Más allá de la validez de la convocatoria, las jugadores y jugadoras representan al país. No hay que hacer una distinción de géneros, porque esos deportistas hacen esfuerzos titánicos en sus actividades.

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