Jaime Villavicencio (i) y Esteban Paz, dirigentes de dos clubes de la Serie A del Campeonato Ecuatoriano. Foto: Archivo
Llueve en Quito y Jaime Villavicencio tiene que salir escoltado por un ayudante que le abre el paraguas y le conduce hacia un auto en la avenida República del Salvador. El Presidente de la Liga de Loja es una de las caras visibles de la agrupación de presidentes de clubes que, durante las ultimas tres semanas, han concitado el interés mediático por su intención de cocinar un proyecto diferente, un nuevo modelo de gestión de los equipos del fútbol ecuatoriano, duramente abatidos por la crisis y la falta de recursos económicos.
El tema genera tanta expectativa que los dirigentes han decidido tomar las cosas con calma. La información se da a cuentagotas y hacia afuera se conoce poco de los avances de las reuniones.
Desde la mañana, seis presidentes de equipos de la Serie A y dos representantes de la B ( Euclides Mantilla de Espoli y Mario Tamayo de River Plate) protagonizan la tercera reunión en tres semanas de los directivos.
Ellos buscan soluciones y trabajan con una agenda temática que busca reducir los egresos de los equipos y generar que los ingresos se queden de mejor manera en los equipos.
Villavicencio abandona la reunión a las 16:30, en medio de la lluvia intensa y el granizo. Da pocas pistas de lo que pasa adentro: “Analizamos los modelos de gestión de la Liga española. Pero para instaurar esos procesos aquí hace falta mucho”.
A diferencia de las anteriores reuniones, Villavicencio e incluso Santiago Ribadeneira evitan hablar de la Liga profesional de Ecuador.
Ribadeneira, que abandonó la reunión cuando el cielo quiteño aún no estaba tan oscuro, dijo que “todas las acciones se tomarán en conjunto con la Federación para el bienestar de todos”.
Es la primera vez que, en las reuniones de los equipos, se habla de acciones conjuntas con la Federación. A los dirigentes de la misma, encabezados por Luis Chiriboga, la idea de crear una Liga profesional no le entusiasma demasiado.
Chiriboga sin embargo, ha preferido mantenerse cerca del movimiento de directivos a quienes incluso se les ofreció como intermediario para propiciar una reunión con el presidente de la República, Rafael Correa.
Los dirigentes quieren reunirse con el Mandatario para hablar sobre los tributos que pagan los clubes y las deudas de larga data que mantienen las instituciones con entes como la Seguridad Social y el Servicio de Rentas.