Las integrantes del equipo femenino de Olmedo se entrenan diariamente en el complejo de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo. Foto. EL COMERCIO
Cada tarde, el Complejo del Olmedo, ubicado en el barrio El Batán de Riobamba, se llena de risas y de voces femeninas. Se trata de las 45 mujeres que se esfuerzan en los entrenamientos para ser elegidas como miembros oficiales del plantel.
Las chicas trabajan en ejercicios de precisión, dominio del balón y técnica para mejorar su juego en la cancha y participar en el Campeonato femenino de la Serie B, desde junio. Olmedo es uno de los 12 equipos que intervendrá en el torneo.
A pesar de que durante el primer año desde la integración del equipo no recibirán un salario por parte de la institución, contarán con uniformes, indumentaria e incentivos económicos por cada partido jugado.
Cuando Wilson Bonifaz, técnico del equipo, recibió la propuesta de la dirigencia para crear el primer plantel femenino profesional en la ciudad, supo que sería un reto. “Recorrimos barrios y parroquias para ubicar a las talentos. Fue difícil en algunos casos, porque no todas las familias apoyan a sus hijas”, contó Bonifaz.
Tatiana Castañeda, de 23 años, por ejemplo, tuvo que ajustar bien su agenda de actividades. Ella estudia Contabilidad y Auditoría en la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, se desempeña como asistente en un despacho contable y también debe cuidar de su pequeña hija Emily.
En la Serie A, Rocafuerte, campeón actual, es dirigido por Wendy Villón. Ella prepara al equipo para participar desde el 11 de abril en el torneo que están inscritos 12 equipos.
Las integrantes del Rocafuerte se reúnen durante dos horas y media, todos los días por las tardes en Guayaquil.
Rocafuerte aportó con 11 jugadoras a la Selección nacional, de las cuales solo dos volverán al club cuando terminen los microciclos mundialistas. Así lo dio a conocer Miguel Ortega, presidente del club. Él evitó mencionar los nombres de las que se quedarán en la plantilla.
Es usual que las jugadoras compartan el fútbol con sus trabajos. Los técnicos, en la mayoría de los equipos, suelen entrenar en las noches.
Los presupuestos de los equipos son modestos. En algunos casos les pagan salarios, como en Rocafuerte y LDU, y en otros las ayudan con viáticos y movilización.
Preparativos en Cuenca
Erika Salazar, quien en el 2012 fue seleccionada nacional, desechó la posibilidad de jugar en la Serie A con Quito F.C. y se radicó en Cuenca para reforzar a Las Carneras. Este representativo es auspiciado por la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), que milita en la Serie B.
Las Carneras, el año pasado, estuvo a un partido de subir a la Serie A. No logró clasificarse porque perdió en la última fecha ante Galápagos.
La esmeraldeña de 22 años es una de las 50 futbolistas que se entrenan diariamente, de 20:00 a 22:00, en el estadio de la UPS.
Cada integrante llega de prisa, tras salir de su trabajo y de sus estudios. No faltan quienes encargan sus hijos a familiares para poder entrenarse.
Una de ellas es Yomaira Govea, quien desde hace ocho meses forma parte de Las Carneras, ella deja a su hijo de 3 años con su madre. La volante de 28 años está vinculada al fútbol desde en su infancia, puesto que su padre, Iván Govea, jugó en el Cuenca; su hermano Juan José está ahora
en el Mushuc Runa.