El lateral guayaquileño Diego Palacios, de 19 años, disputó ocho partidos del Sudamericano Sub 20 de Chile. AFP
Diego ‘El Chiqui’ Palacios se reencontró con su madre, Aída Espinoza, en el aeropuerto de Tababela, al filo de la medianoche del lunes.
Se abrazaron efusivamente cuando el seleccionado arribó a la terminal aérea con sus compañeros de la Selección Sub-20, que alcanzaron el título del Sudamericano de Chile y la clasificación al Mundial de Polonia, que será en mayo.
Desde que empezó a destacarse como futbolista profesional, el guayaquileño se alejó de su progenitora y de su padre, Carlos Palacios. El fútbol lo llevó a la Selección campeona Sub 20 y fuera del país.
Hasta mediados del 2018
‘El Chiqui’, como es conocido, jugaba en el Aucas de la capital. Entonces, llegó una oferta y viajó a los Países Bajos para incorporarse al club Willem II por un año, en condición de préstamo.
En el país europeo aprendió a hablar “algo de inglés”, lo que le permitió adaptarse. “Con el inglés algo me defiendo. Es que el neerlandés es muy complicado”, contó entre sonrisas el lateral zurdo, uno de los hombres claves del técnico Jorge Célico en la Selección juvenil que alcanzó el título sudamericano.
Diego ‘El Chiqui’ Palacios se reencontró con su madre, Aída Espinoza, en el aeropuerto de Tababela. Foto: Cortesía FEF
En los Países Bajos, el tricolor de 19 años se instaló en Tiburgo, la ciudad sede donde juega su club. Admite que su primera semana fue difícil.
Con el paso de los días, entabló amistad con los españoles Pol Llonch y Fran Sol, quienes lo ayudaron en su convivencia diaria y en sus desplazamientos a los entrenamientos del club. “Son muy hermanos, realmente me han apoyado mucho allá”.
En las prácticas no le costó mostrar su talento y se adueñó de la titularidad en el puesto del lateral izquierdo. Suma 16 partidos en la Eredivise. Le gusta proyectarse al ataque, aunque también busca cumplir las disposiciones tácticas del entrenador local, Adrie Koster. Aprende del rigor táctico que imponen los entrenadores para que todos los jugadores ataquen, defiendan y busquen ubicarse correctamente para “ser una opción de pase” del compañero.
Entre prácticas y fútbol, le tomó gustó a su club, aunque confiesa que hay algo que extraña muchísimo: la comida ecuatoriana, sobre todo el seco de pollo que le preparaba su madre Aída.
Con ella intenta comunicarse habitualmente a través de videollamadas. Su madre lo felicitó por su desempeño en el Sudamericano, donde fue titular fijo en el equipo de Célico.
Estuvo presente en ocho de los nueve partidos del torneo juvenil y sumó 720 minutos de presencia en las canchas. Solo se ausentó de un encuentro por una lesión.
En la concentración de la Tricolor hizo amistad con Jordan Rezabala, el talentoso ‘10’ del plantel. También se juntó con Alexander Alvarado, con quien compartió vestuario en el Aucas a principios del año pasado. “Con ellos tuvimos una comida y disfrutamos mucho la clasificación”, contó el guayaquileño.
El miércoles 13 de febrero de 2019, tenía previsto viajar a Holanda para reincorporarse a su club, donde aspira a seguir como estelar. Quiere que el técnico Jorge Célico lo convoque para la cita mundialista.
Él es uno de los cuatro legionarios que Célico llevó al
Sudamericano, pero no se confía. Dice que debe mantenerse activo para ir a Polonia.
Los otros ‘foráneos’ del plantel fueron Alexander Bolaños (Colo-Colo), Santiago Micolta (Unión La Calera de Chile) y Jackson Porozo (del Santos de Brasil).
Con todo, Palacios agradece al entrenador Célico, quien lo consolidó como estelar. “Es una persona muy profesional y sabe hacer su trabajo”.
Aún recuerda las palabras del entrenador antes del encuentro ante Colombia, el domingo pasado, donde el plantel alcanzó la clasificación. “Nos dijo que dejáramos nuestra vida en la cancha. Que se trataba de un solo partido. Nos repitió que si no ganábamos, al menos, debíamos correr todo el tiempo para irnos tranquilos”.
Su contrato con el Willem II finalizará en junio de este año, pero dice sentirse tranquilo. Primero quiere estar en el Mundial y después consolidarse en su plantel para luego dar el salto a un equipo de mayor renombre. A él le agradan el FC Barcelona y el Real Madrid de España.